Ante los últimos sismos registrados en el Perú y como medida de prevención considerando la emergencia sanitaria por el COVID-19, la Oficina Regional de Defensa Civil en Áncash participó del simulacro familiar nacional convocado por el Indeci a fin de determinar qué acciones debe tomar la población ante una emergencia.
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Ensayo
Según las autoridades ancashinas, un sismo de magnitud 8.8, cuyo epicentro se inició a 60 kilómetros al oeste de la provincia del Callao (Lima), a las 10:00 de la mañana, generaría repercusión en las provincias ancashinas de Huaraz, Casma y Santa, generando alerta de tsunami en la zona costa y peligro de aluvión en la zona sierra.
Desde el Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Áncash (COER), el coordinador Luis Enrique Mendoza Urcia junto al jefe de la Oficina Regional de Defensa Civil, Joel Lino Méndez, monitorearon el estado de las 20 provincias de la región a través de la plataforma Zoom.
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Medidas
Si bien la particularidad de este simulacro de sismo fue la no evacuación, las autoridades aprovecharon la oportunidad para acercarse a las familias y recomendarles el trabajo en tres puntos principales: ejecutar un plan familiar de emergencia, tener una mochila de emergencia y caja de reserva, y determinar las zonas seguras dentro de la vivienda.
Afectación
De acuerdo al estudio realizado por el personal del Hospital San Juan de Dios de Caraz, de acontecer un sismo conforme a las características tomadas en cuenta en el simulacro se registrarían 250 desaparecidos, 190 lesionados y 80 fallecidos.
El movimiento telúrico afectaría al personal de salud y causaría daños en la infraestructura del nosocomio, así como cortes de los servicios de luz, agua y comunicación.
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