Recientemente en Cusco se dictó sentencia condenatoria de cinco años de prisión efectiva, convertida a 261 jornadas de prestación de servicios a la comunidad, contra el vigilante conservador del Parque Arqueológico de Machu Picchu, Eison J. A., quien fue denunciado por cobrar S/ 100 para permitir que un turista nacional ingrese sin ticket a uno de los circuitos de la ciudadela inca.
El sentenciado aceptó la responsabilidad penal por el delito de cohecho pasivo propio y se acogió al mecanismo de la terminación anticipada planteado por el despacho a cargo de la fiscal provincial Gladys Aparicio.
La condena comprende también cinco años de inhabilitación, el pago de S/ 3 000 como reparación civil a favor del Estado y 304 días multa equivalente a S/ 4 589.
Además, fue sentenciado el ciudadano que le pagó los S/ 100 mediante un aplicativo virtual, Edgar A. Durand, quien también aceptó ser autor del delito de cohecho activo genérico, con lo que se le impuso la pena de tres años y cuatro meses de prisión suspendida bajo reglas de conducta, así como S/ 2 000 de reparación civil y 304 días multa equivalente a S/ 6 333.
Las diligencias dirigidas por la representante del Ministerio Público, tras acoger la denuncia por flagrancia delictiva, lograron acreditar que el vigilante de Machu Picchu omitió cumplir con su función de cuidar las rutas, circuitos y puestos de control en el parque arqueológico, al solicitar el pago de S/ 100 para permitir que un turista nacional ingrese sin ticket ingrese al circuito N° 03 para tomarse fotos junto a sus familiares.
Esta sentencia ha causado revuelo en Cusco, donde recientemente se capturó a la secretaria de un colegio nacional, que pidió la suma de dos mil soles a favor de entregar una vacante a una madre de familia, en ese caso se descubrió el mismo delito, pero la condena fue suspendida.