Dos mil pobladores se enfrentaron lanzándose piedras en una ceremonia ancestral que este año deja al menos dos fallecidos y una docena de heridos. FOTOS: Juan Sequeiros
Dos mil pobladores se enfrentaron lanzándose piedras en una ceremonia ancestral que este año deja al menos dos fallecidos y una docena de heridos. FOTOS: Juan Sequeiros

A dos subió el número de fallecidos tras la última edición de la batalla ritual del Chiaraje (Cusco). Un combate entre dos mil pobladores, que se enfrentan anualmente en enero, en una suerte de sangrienta y controvertida tradición.

El lunes 20 de enero perdió la vida el comunero Willy Ramos, luego de recibir un impacto de roca en la cabeza, el hombre fue auxiliado en pleno campo de batalla, pero lamentablemente habría llegado cadáver hasta el puesto de auxilio de la zona.

El último jueves, cuatro días después del enfrentamiento, otro participante perdió la vida, se trata del poblador Santos Mamani, quien no habría resistido las fuertes contusiones que sufrió durante su participación en el Chiaraje.

Lo más doloroso en ambos casos es la familia que las víctimas dejan atrás. Hasta Cusco llegó Santusa Quispe, viuda de la última víctima mortal del Chiaraje, quien, lágrimas en los ojos, pidió ayuda a la población a fin de lograr sustento para sus tres hijos, que se quedaron sin padre debido a la batalla costumbrista.

“Necesitaría apoyo para mis hijitos para su alimento, no tenemos mucho, me pueden hacer llegar al distrito de Yanaoca en Canas. Con Santos nos hemos despedido y estaba bien ese día, de un momento a otro se ha puesto mal, tenía un golpe grave en su cabeza y sangraba por eso le refirieron a Cusco, pensé que se salvaría”, señaló.

UNA COSTUMBRE EN DEBATE

Tras la ocurrencia de este tipo de pérdidas humanas, año a año se abre el debate sobre esta costumbre ancestral, por la cual cientos de hombres exponen su vida en medio de un paraje desolado, al que llegan a fin de agredirse mutuamente, en un acto desproporcionado para unos y costumbrista para otros.

“Está bien que se trate de una tradición, pero tampoco hay que arriesgarnos mucho, cuando entramos a la batalla la sangre hierve y eres capaz de todo y esa valentía trae consecuencias. Dejar a una esposa, a unos hijos no vale la pena, esta tradición es fatal”, citó recientemente una autoridad comunal de Quehue en el entierro de Willy Ramos.

Mientras tanto en las redes las opiniones son divididas, por un lado se hallan aquellos que defienden este tipo de costumbres, citando que nadie obliga a los comuneros a asistir al Chiaraje, por otro lado están quienes postulan en contra de la tradición, calificándola de abominable y deshumanizada.

EL RITUAL

Cada 20 de enero se desarrolla el tradicional combate del Chiaraje en Cusco, donde miles de pobladores de las provincias de Canas, Chumbivilcas, y otros parajes vecinos, se enfrentan por ‘deporte’, lanzándose piedras con hondas e incluso teniendo enfrentamientos cuerpo a cuerpo con objetos contundentes.

El Chiaraje es una representación simbólica de batallas históricas entre comunidades andinas. Se lleva a cabo en el altiplano cusqueño, específicamente en la pampa de Quehue en la provincia de Canas. Esta festividad tiene sus raíces en tiempos prehispánicos y es una manifestación de la lucha por la tierra, la fertilidad y la abundancia.

Los participantes, que provienen de las comunidades de Quehue y Checca, se dividen en dos grupos. Vestidos con trajes tradicionales andinos, se enfrentan en simulacros de batalla utilizando hondas, palos y látigos. Aunque la batalla es simbólica, los enfrentamientos pueden ser intensos, y cada comunidad lucha con fervor para demostrar su valentía y resistencia.

Antes de la batalla, se realizan diversos rituales y ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) para pedir protección y abundancia. Estos rituales son esenciales para la festividad, ya que aseguran la conexión espiritual entre los participantes y la tierra.

DATO:

-Según la creencia local, si una persona fallece en el Chiaraje es símbolo de que la Pachamama ha aceptado un tributo ‘con sangre’ y que el presente será un buen año agrícola.

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