La festividad más concurrida de Huancavelica congregó a centenares de visitantes locales y nacionales en el pueblo de Chaclacatana, dónde se celebra la fiesta del Niño Callaocarpino y Jacobo Illanes. Hasta Chaclacatana llegaron los visitantes en peregrinación para adorar a las esfinges con el baile de los negritos.
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Aquí llegaron visitantes de fuera de Huancavelica, a una de las festividades más concurridas del 1 de enero. Hay dos formas de llegar a Chaclacatana por la comunidad de Saccsamarca y por la comunidad de Pueblo libre. La fiesta se desarrolló muy pomposa, después de tres años de pandemia no era para menos. Se espera que la festividad ayude a dinamizar la economía huancavelicana, que sufre los embates de la crisis económica nacional.
Después de trece años de celebración, han incluido la participación de artistas invitados para amenizar el día. A ello se complementó la venta de platos típicos de la región como el chicharon de alpaca, chulo paso con bistek de alpaca, trucha frita y los sabrosos combinados. Deliciosos potajes que se complementan con la refrescante chicha de jora.
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La parte social más esperada por los asistentes y amantes de la tauromaquía, es el espectáculo de los toros en el ruedo. Aquí se juega pero sin lastimar a los animales. Después de las cuatro de la tarde terminó el evento taurino con una intensa lluvia. Los asistentes se marcharon caminando, por el inmenso tráfico vehicular.
La festividad empieza con una misa y baile de negrito, en honor a los niños ( el niño zambito Jaco Illanes y el niño rubio es el Callaocarpino), que según cuentan los lugareños quedaron encantados en la plaza de Chaclacatana.