Durante la supervisión realizada a la calidad del servicio de limpieza pública que brindan las municipalidades, la Contraloría identificó deficiencias en el botadero de Ranracucho.
Según el informe de Contraloría, esto genera el riesgo de impacto ambiental negativo en el área degradada por los residuos sólidos.
ALERTA AMBIENTAL Y DE SALUD SANITARIA DE LA CONTRALORÍA
El Informe de Visita de Control N°003-2022-OCI/0396-SVC se basa en la inspección realizada al botadero que es administrado por la Municipalidad de Provincial de Huancavelica (MPH) y que está ubicado entre las comunidades de Qallqui Grande y Pucarumi.
Según el reporte del especialista de la Contraloría, el asentamiento de la base de la trinchera (zanja profunda donde se deposita la basura) tenía empozamiento de aguas pluviales y lixiviados a un lado, y que el tubo de drenaje está a un nivel superior de la poza de lixiviados y no permite que discurra. Asimismo, el cerco perimétrico se encuentra incompleto, dejando el ingreso de animales.
También, evidenció que la MPH no cuenta con el Instrumento de Gestión Ambiental (IGA) para ejecutar las acciones de recuperación de las áreas degradadas por los residuos sólidos.
El especialista también comprobó que, 131 trabajadores que realizan el servicio de recolección, transporte y disposición final de residuos sólidos, no cuentan con vacuna antitetánica, tampoco les realizaron exámenes médicos ocupacionales, y la mayoría no cuenta con Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR), ni las dosis completa de la vacuna contra el COVID-19.
El informe advierte que el servicio carece de un programa de supervisión para las operaciones del manejo de residuos sólidos, y que no realizaron supervisiones durante el último semestre.
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Los resultados del servicio de control, realizado del 17 al 23 de marzo del 2022, fueron notificados al alcalde de la MPH.