Desde pequeños, Anderson Chobiante y Gerlin Chiricente demostraron su gusto por el arte en su localidad asháninka de Tres Unidos de Matereni, Pangoa. A través del canto y la poesía buscan difundir sus raíces culturales, un anhelo que es apoyado sin dudar por sus padres y los miembros de su comunidad.
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El sueño de ambos menores de 12 años ha encontrado eco en el Tambo del Programa Nacional PAIS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. En esta plataforma participan en talleres de habilidades blandas para mejorar su desenvolvimiento y acceden a servicios sociales y educativos para promover su desarrollo integral.
Anderson es el tercero de cinco hermanos. Además del gusto por el canto, sobresale en los estudios. “Con la computadora del Tambo y el internet puedo avanzar con mis tareas”, destaca.
Gerlin, ha encontrado en la poesía la forma perfecta de expresar el orgullo por su origen asháninka. “Quiero que mis tres hermanos también conozcan su historia. Cada vez que puedo, participo en las ferias y jornadas en el Tambo”, cuenta.
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Así como ellos, son más de 5300 niñas y niños en Junín y más de 60 000 a nivel nacional que acceden a diversas atenciones en más de 490 Tambos. El trabajo articulado de los gestores del Programa Nacional PAIS es clave para acercar los servicios del Estado a los menores.
Entre las principales atenciones destacan los servicios médicos, los talleres de habilidades blandas, el apoyo educativo con el reforzamiento de clases, entre otros.