El reclamo por obras de agua y desagüé de los pobladores de Azapampa y Chilca Alta, terminó en un enfrentamiento violento entre protestantes y seguidores del alcalde de Chilca, Carlos De La Cruz, quien fue perseguido por los airados manifestantes que no dudaron en arrojarle hasta sus zapatos.
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Llevaron baldes vacíos
Con baldes y pancartas los protestantes de ambos sectores del distrito de Chilca llegaron hasta la municipalidad exigiendo obras, atención de recojo de basura y asesoramiento en titulación de predios. “Hace más de 20 años vivo en Chilca Alta, estoy cansada de tomar agua de un puquial”, gritaba la vecina Alejandrina Vázquez del sector Los Pinos.
Los representantes de ambos sectores ingresaron a dialogar con el alcalde y los funcionarios por un promedio de tres horas . “Se ha conversado con los vecinos y se les ha mostrado que ya estamos iniciando los estudios técnicos para la realización de mega obras para brindar agua potable, desagüe, pavimentos y veredas que beneficiarán a más de 15 mil familias”, señaló el alcalde, Carlos de la Cruz.
Los representantes de los manifestantes solicitaron el cumplimiento de los acuerdos firmados por el edil y salieron de la municipalidad a comunicar lo establecido con la autoridad.
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Dos bandos
Mientras los protestantes dialogaban, el edil salió de la comuna para dirigirse al inicio de la obra de pavimentación de la avenida Próceres, al darse cuenta de su presencia los manifestantes empezaron a insultar y perseguir al alcalde por más de diez cuadras. En el trayecto le arrojaron frutas, botellas y hasta zapatos; la policía tuvo que intervenir.
Algunos protestantes se agarraron a golpes con los simpatizantes del edil, quienes fueron a respaldarlo por el inicio de obra de la avenida Próceres .