La artesanía es uno de los sectores menos valorados pese al trabajo arduo y sacrificado. “Para hacer mis máscaras tengo que lavar pellejo de alpaca en el río durante todo el día y aparte trago un montón de pelo al peinar el pellejo para darle la textura suave que tiene”, dijo Lucía Díaz (52) artesana que elabora máscaras de danzas de la región.

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Ella explica que llegó a tener afecciones al pulmón. “Para los artesanos debe haber un seguro, hasta nos malogramos los riñones. Al tejer también se inhala la pelusa de la lana”, dice.

De la misma manera, el artesano Román Huarcaya, contó que al realizar el trabajo de la cornoplastía inhala el polvo que emite al momento de pulir su trabajo.

“Día a día inhalamos eso, mi esposa también tiene la vista un poco mal por tejer a mano las fajas, ojalá nos ayuden con el seguro” dijo. El artesano contó que hace tres meses un colega que realizaba las tinyas para Santiago falleció luego de trabajar toda su vida con químicos que usaba para curtir el pellejo.