Sin remordimiento por lo que hicieron, los asesinos de Jemmy Rojas Cahuaya (21), contestaron el celular de su víctima, impostaron su voz para no ser reconocidos e invitaron a su padre para que se dirija a Jauja donde supuestamente su hijo se encontraba durmiendo y bien de salud.
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El último mensaje que envió Jemmy, fue el jueves 25 de agosto cerca a las 11:00 de la mañana, desde entonces ya no volvió a contestar el celular.
“A veces agarraba carreras para que vaya a Lima u otros lugares, por eso pensábamos que estaba todo bien”, contó el padre de la víctima, Alberto Rojas (43).
El viernes tampoco contestó el celular, pero seguía timbrando, sin embargo para el sábado, un sujeto terminó contestando el móvil.
“Trató de impostar su voz. Me dijeron que mi hijo había tomado con ellos y que ya se encontraba descansando en un cuarto del hotel ‘Paraíso’, en Jauja. Que el carro estaba en la cochera y si quisiera, podía ir a recoger, luego lo apagaron el celular”, añadió el progenitor.
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La angustiada familia viajó a Jauja el mismo sábado, sin embargo nunca halló un hotel con el nombre señalado, por lo que acudieron a la División de Investigación Criminal (Divincri) Huancayo donde entablaron la denuncia por desaparición.
El auto Toyota Yaris color gris oscuro de placa BMO 487, de la empresa Taxi Oscar, desapareció. Se presume que fue llevado hacia Lima.
Los familiares de la víctima señalan que en febrero de este año compraron el carro con una inicial y cuotas de más de S/2 mil al mes. Aún falta pagar por tres años.