En lo alto de las majestuosas montañas, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el paraje de Pullupampa. Este mágico lugar, rodeado de imponentes nevados, se ubica en el centro poblado de Aychana, en el distrito de Comas, provincia de Concepción, en la región Junín. Aquí, año tras año, se celebra el tradicional Chaccu, un evento ancestral, donde se puede apreciar la milenaria técnica de esquilar la fibra de vicuña.
Una tradición de varias generaciones
Esta fascinante tradición comenzó a realizarse en este sector desde el año 2011, cuando apenas contaban con 200 vicuñas. Hoy en día, la población ha ascendido a 2 mil ejemplares, un logro que enorgullece a la comunidad.
“Todo comienza temprano en la mañana, cuando rodeamos con cuidado a las vicuñas en un área específica conocida como “chacu”. Luego, con destreza y respeto, esquilamos su valiosa lana para finalmente liberarlas” informa el alcalde de este distrito, Abilio Lázaro, quien estuvo presente en esta XI edición, quien además destacó que esta celebración no solo beneficia económicamente a la población gracias a la preciada fibra de la vicuña, sino también atrae a numerosos turistas que quedan maravillados.
La fibra de vicuña de alta calidad
Es importante señalar que la fibra de vicuña obtenida a través del Chaccu es altamente valorada en la industria textil debido a su suavidad, calidez y exquisita finura.
En la actualidad, el precio de cada kilo ha alcanzado un valor significativo en el mercado internacional, situándose en al rededor de 300 dólares. Esta cotización refleja la creciente demanda y reconocimiento de la excepcional calidad de la fibra de vicuña. Ésta se ha ganado la reputación de ser una de las más caras del mundo, debido a las limitaciones en su obtención y la escasa producción, cada animal proporciona solamente una pequeña cantidad de fibra en cada esquila, aproximadamente 200 gramos al año.
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El santiago pone el ambiente de alegría
Y cómo no mencionar la alegría que inunda el ambiente durante el Chaccu al ritmo del Santiago, donde los participantes danzan y celebran con cervezas en mano, creando un ambiente festivo y lleno de energía.
El Chaccu y la música del Santiago se combinan para que todos los participantes se muevan al mismo ritmo y se acerquen poco a poco a las vicuñas.
La melodía y los pasos de baile ayudan a crear un ambiente tranquilo y en armonía, evitando asustar o estresar a las vicuñas durante la captura y el corte de su fibra.
Además, en este evento comunitario se puede disfrutar de deliciosos platos típicos como la Shacta y la Pachamanca. También se tiene la oportunidad de adquirir quesos frescos, producidos en la misma comunidad.