Un total de 10 mil comensales hicieron largas colas ayer, para degustar de la papa a la huancaína más grande del mundo, que se sirvió en el Centro Internacional de Negocios en Huancayo. Para la preparación del plato bandera de la Ciudad Incontrastable se utilizó 600 kilos de papa yungay, 140 kilos de galleta de soda, 360 unidades de tarros de leche, 90 kilos de queso fresco de la región Junín, 150 kilos de ají amarillo, 110 kilos de huevo, 250 unidades de lechugas, 20 kilos de aceituna. Fueron 100 cocineros, dirigidos por 4 maestros chefs, dijo el gerente de Promoción Económica y Turismo de la Municipalidad de Huancayo, Edwin Cristóbal Aguirre.
Carlos Trujillo, uno de los chefs comentó que el trabajo arduo empezó el viernes con el lavado de las papas, pelado de ají. Desde el sábado sancocharon las papas y desde la madrugada del domingo se saltearon los ajíes, la cebolla y los ajos para la huancaína.
Los chefs decidieron preparar la huancaína en el local del Centro Internacional de Negocios (CIN) para mantenerlo fresco en el momento que degusten los comensales.”Sean generosos con esa huancaína”, decía mientras se servía el plato bandera.Los comensales llegaron en familia para degustar su papa a la huancaína, muchos de ellos que paseaban por la feria Dominical se enrrumbaron hacia Yanama, para compartir el riquísimo plato.
Luego de consumir, los asistentes también disfrutaron de una tarde musical con Edith Milagros, pero también un elenco alegró a la población con el huaylarsh moderno al ritmo de una orquesta típica.
Asimismo, participaron del sorteo de una cocina semi industrial y una canasta de víveres, por la cual estaban ansiosos de ganar, en esta época de crisis que afecta a las familias peruanas. La ganadora de la cocina fue una ama de casa.
Un plato que nació en el ferrocarril
Jorge Stambury narra en su libro “La Gran Cocina Peruana” que el plato fue creado durante la temporada de construcción del Ferrocarril Central, el mismo que va desde Lima hasta Huancayo.
La chef Angela Mujica, mencionó que según la historia, una cocinera que preparaba una deliciosa salsa a base de queso que adornaba con huevo como acompañamiento para la papa del Valle del Río Mantaro. Con el tiempo, los mismos trabajadores del ferrocarril empezaron a llamar a la cocinera “la huancaína”. Así fue como su exquisito platillo se empezó a llamar papa a la huancaína, nombre que perduró.