Héctor Meza Parra asegura que se ha propuesto alegrar a los niños y jóvenes con “Los mataperros”, una saga de libros que viene publicando con éxito en los últimos años y que este mes acaba de publicar su tercera entrega: “Los mataperros. Las últimas aventuras” en donde sigue narrando las andanzas de sus tres personajes por la ciudad Tarma.

¿Pensó en una saga cuando empezó con ‘Los mataperros’?

En realidad no, fueron mis lectores quienes me animaron a continuar escribiendo más historias sobre los pícaros primos. Y así fue que tenemos esta tercera novela.

Naciste en Jauja, pero generalmente se refieren a ti como el escritor tarmeño ¿cuál es tu relación con Tarma?

No es otra que de afecto y gratitud, porque desde el año y medio que crecí en esa ciudad la siento como mía y pues, nunca me desprendí de ella, excepto para continuar estudios superiores en Lima. A Jauja, como mi cuna, la quiero y la llevo en el corazón, porque allí solté mis primeros gritos un 29 de setiembre en el hospital Domingo Olavegoya y vivo agradecido también porque en el 2012 fui declarado Hijo Predilecto.

¿Se acabaron las aventuras de ‘Los mataperros’?

No, porque vengo preparando un cuarto libro que se titulará “Confesiones de un mataperro”, que deberá ver la luz en abril de 2024, que retratará las tribulaciones de un adulto que visita al siquiatra para superar hechos traumáticos como la temprana muerte de su madre, la ausencia del padre y su padecimiento con el insomnio, la ansiedad y la depresión.

¿Tu saga es una suerte de mapa de Tarma?

Mira, me he visto agradablemente forzado a crear un tour llamado “La ruta de los mataperros” para alumnos. Cada vez que viajan de excursión y llegan a Tarma, los llevo por esos lugares y les narro, libro en mano, las peripecias que pasamos los tres pilluelos en el cementerio general, la morgue, la plaza de toros de Palca, el barrio de Mantarana y la casa de la señorita Baylón. Ahí practicamos lo que se llama la lectura vivencial.

¿Te preocupa el avance de la tecnología, que podría apartar a los niños de los libros?

Me preocupa el chatGPT, que es un sistema de inteligencia artificial que amenaza con desplazar a los literatos de sus escritorios y aniquilar los buenos libros de sus estantes. Una vez que se democratice este sistema en las escuelas, en realidad, vamos a tener serios problemas en cuanto a la creatividad y originalidad. Es entonces que los alumnos se volverán poco creativos y entrarán a la brevedad y facilismo engañándose a sí mismos, bajo la permisibilidad de padres y profesores.

¿Hay afinidad con otros escritores?, ¿Qué significó para ti la temprana partida del escritor Sandro Bossio?

Sin duda, es una pérdida irreemplazable para la literatura peruana. Nuestro mejor escritor vivo de la región y uno de los más representativos de la novelística peruana ha pasado a la inmortalidad por su prosa y versatilidad histórica, sobre todo con su novela “El llanto en las tinieblas”. Sandro, ha dejado la valla bastante alta para las demás generaciones.

¿Cuál es tu siguiente proyecto literario?

Escribir una novela histórica sobre la inmigración austro-alemana al Perú en el siglo XIX, cuyo título será “El secuestro de Glenda”. En realidad, es un trabajo que ha quedado pendiente debido a la pandemia. Lo que me alegra es que tengo suficiente material y solo faltaría más trabajo de campo en algunas comunidades nativas. Calculo que en dos años tendría listo el libro para su impresión.