Teresa Sullca dormía cuando escuchó en su techo ruido como el de una granizada. El comerciante salió al patio y descubrió que su árbol de guindas se quemaba y eran las guindas las que provocaban el ruido al caer de las ramas incineradas, al igual que la casa de su vecino. Desesperada, Teresa despertó a su hija Mirella Ramos (20) y su cuñado, el taxista Rubén Ramos De la Cruz (51); Los tres salieron corriendo para no morir quemados.
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El fuego avanzó rápidamente por el material inflamable que había en la carpintería, ubicada en la cuadra 2 del Jr. Saúl Muñoz Menacho en Auquimarca. El fuego consumió toda la carpintería y dos mini departamentos, dejando 180 mil soles en pérdidas.
Ayer, a las 2:40 de la madrugada, comenzó el siniestro al parecer por un corto circuito. Los vecinos de Auquimarca pidieron ayuda. Serenos de Chilca y policías llegaron a la carpintería de Justo Artica que ardía en llamas.
“Mamá quiero agua”
Cerca los vecinos asistían a Soledad Bonilla (25), quien cuidaba el local y escapó del fuego, junto a su hija de 4 años. El fuego se inició un poco antes de las 3 de la madrugada. Soledad dormía en el interior de la carpintería a Artica en Aquimara, cuando su hija le pidió agua en medio de la oscuridad. La joven madre al levantarse vio que el humo ya había invadido la habitación lo que dificultaban la respiración, abrió la puerta y se encontró con llamas de fuego.
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Sin pensarlo dos veces, la madre abrazó a su hija y salió corriendo con lo que tenía puesto. “Gracias a Dios, la niña le pidió agua, sino hubieran muerto quemadas”, contó un familiar. La joven que estaba en shock fue llevada a su casa.
Después de casi tres horas, con dos autobombas, 2 cisternas, una unidad de rescate de las compañías de bomberos de Huancayo, El Tambo y Concepción”, se sofocó el incendio. “Se quemaron 400 camas, listas para la venta. Todo se ha quemado maquinarias, implementos, madera”, dijo Ronal Palacios, encargado de la carpintería.