Desesperados. Hace unos siete meses, la familia Quispe, inició la construcción su casita de adobes en la calle Los Eucaliptos en La Punta del distrito de Sapallanga y hace tres días por las lluvias, sus paredes comenzaron a rajarse y se desmoronaron. Flor de María Quispe Huisa, Juan Matos Granizo Quispe, Yessica Granizo Quispe, tuvieron que abandonar la casa para no morir aplastados. Ayer, la familia sacó sus artefactos, ropa, y otros bienes de valor, porque las paredes comenzaron a partirse y en la parte posterior se abrió como un forado.
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“Hemos sacado todas las cosas de la cocina, sala y dos habitaciones. Necesitamos ayuda de una maquinaria para que tumbe la casa que podría aplastar a personas o animales”, dijo triste Flor Quispe, madre de dos hijos, quien ahora está viviendo en una ramada.
La familia apenada cuenta que con ilusión construyó su casa de dos pisos, que estaba en una bajada. Los problemas se iniciaron con las intensas lluvias y la vivienda en construcción con la que colindan no tenía canaletas y toda el agua remojó los cimientos de la casa rústica.
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Al escuchar el pedido de ayuda, personal de Defensa Civil de la Municipalidad de Sapallanga con una maquinaria llegó hasta la vivienda de la humilde familia y la tumbaron. “La mitad de la casa ya no existe, la maquinaria la tumbó, estamos en un cuarto y la ramada. Aquí nos quedaremos no te nemos otro lugar donde vivir; nosotros somos de Huánuco”, comentó Rosa, quien dijo que volverán a levantar un nuevo hogar.
