Un sujeto contó haber matado a su suegra de 71 años, señalando que “el diablo se le habría entrado”. Un mes después de haberse cometido el crimen, los familiares de la víctima se percataron de la preocupación y ansiedad del que sufría el presunto asesino y lo interrogaron hasta que habría confesado su delito.

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El 13 de setiembre del año pasado la víctima Bernardina Rodríguez de Alcoser (71) junto a su hija y el conviviente de esta última, Alcides Alvino Huaringa Mandujano (47), acudieron a una celebración que se tenía en el local comunal de Huahuanca, del distrito de San Jerónimo, en Huancayo.

Al parecer Alcides, tendría incomodidad con la presencia de su suegra, ya que su hija y pareja del acusado, prefería dormir con su madre y dejar a su conviviente solo.

La noche de ese 13 de setiembre, la anciana salió al baño, 3 minutos después salió Alcides, quien fue hallado por un testigo con la longeva en sus brazos, ya muerta.Sin sospechar del presunto homicidio, la familia enterró a la abuela, pensando que fue muerte natural, sin embargo en otra reunión social del 11 de octubre del mismo año, los familiares de la víctima vieron una actitud sospechosa de Alcides, hasta que empezaron a interrogarlo por la muerte de Bernardina. Tras tanta insistencia habría aceptado su delito. “El detenido fue grabado en un video, aceptando haber asesinado a la anciana señalando que ‘el diablo se le había entrado’; sin embargo, ahora se acogió a su derecho de guardar silencio”, contó el jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) Huancayo, comandante PNP Grober Fernández.

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Tras escuchar la confesión los familiares acudieron a la comisaría de Concepción, donde presentaron la denuncia. Luego de varias diligencias con la Fiscalía, el 08 de noviembre del mismo año, se realizó la exhumación del cadáver, para la necropsia, la misma que arrojó, “el agente causante sería agente contuso y causa de la muerte trauma facial”.

El caso pasó a la Divincri de Huancayo, cuyos agentes detuvieron a Alcides Alvino, el pasado 23 de junio tras orden del Ministerio Público, por el presunto de homicidio.