El susto de sus vidas se llevaron los miembros de la familia Aguilar, quienes salvaron de morir aplastados, luego que el techo de su vivienda fuera arrancado por un ventarrón. Eran las 4:30 de la tarde, cuando Miguel Aguilar (36), estaba cortando unos fierros y sintió como un zumbido, alzó la cabeza y vio que algo venía hacia él y saltó hacia adelante. En segundos más de 30 calaminas, palizadas y el umbral de la casa, quedaron a sus pies. “Si no saltaba hubiera muerto aplastado. Mi esposa y 3 hijos estaban cerca”, narró el jefe del hogar.
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El hecho sucedió a la entrada de Ahuac en el barrio Amarucancha cuartel cuarto. Miguel Aguilar, explicó que el umbral estaba bien asegurado, pero igual el viento los arrancó. El agricultor explicó que su esposa y tres hijos de 16, 10 y un bebé de 5 meses de nacido, estaban en la parte externa de su casa que hace poco construyeron, cuando se produjo el ventarrón.
Poco después el fuerte viento arrancó las más de 30 calaminas, palizadas y el umbral, dejando la casa al descubierto. Asimismo, apenado relató que acudió a la Municipalidad distrital de Ahuac, donde le dijeron que irían a evaluar los daños, pero nunca llegaron. Como el cable de energía eléctrica quedó expuesto y había peligro que alguien muera electrocutado, personal de Electrocentro acudió a la zona para arreglar los daños, porque tras el ventarrón los cables se rompieron.