Un anciano de 80 años, que recibió las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19, y que retornó al coliseo Wanka, porque tenía dolor en el hombro, fue sorprendido por el personal de salud, que recolectó víveres para obsequiarle y hasta bailaron una tunantada con el octogenario.
Todo ocurrió ayer a las 11 horas, cuando Guillermo Munarriz, cruzó la puerta del recinto deportivo, apoyándose en un palo de escoba que utiliza como bastón. Además, cargaba, dos bolsas de rafia en las que recolecta las botellas y cartón. Aunque su ropa lucía sucia, se había puesto varios varias chompas y chaleco para abrigarse.
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Le encuentran males
En el local lo auscultó la médico Mariel Díaz Huamán y detectó una infección respiratoria alta, además lo aqueja la hipoacusia en el oído derecho.
Una vez que le trajeron las medicinas, el personal de salud, le entregó un cargamento de leche, fideos, arroz, aceite y otros víveres.
Asimismo, las enfermeras, técnicas y médicos de la Red Valle del Mantaro, lo rodearon y lo invitaron a bailar la tunantada. Guillermo estaba emocionado con tanto afecto y se dejó llevar por la música. Una vez concluida la danza, hasta hizo una venia.
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Finalmente, el personal de salud lo trasladó en una ambulancia hasta el cuarto donde vive en el distrito de Chilca. El anciano vive con unos familiares, que también están en situación de pobreza, por eso piden un albergue, donde pueda recibir los cuidados respectivos.