Huancayo, la ciudad más feliz del mundo, inicia hoy las celebraciones en honor al “Tayta Shanti” o el patrón Santiago, una de las festividades más esperadas del año y que conlleva una serie de rituales y tradiciones, heredados de generación en generación.
Ayer, cómo cada víspera del 24 de julio, miles de huancaínos llegaron hasta las faldas del Nevado Huaytapallana para, al ritmo de potentes orquestas tradicionales, dar la bienvenida al “Tayta Shanti” y rogar al apu Huaytapallana por deseos, buena suerte laboral, salud familiar, entre otros.
“No solo vienen personas de Huancayo, llegan hasta del extranjero. La gente tiene fe al Huaytapallana, nosotros creemos que de la tierra venimos y a la tierra regresamos, todos tenemos fe”, explica el maestro andino Julio de los Santos, sobre la masiva concurrencia de personas todos los años al Huaytapallana, en las vísperas de la fiesta del Santiago.
Los miles de asistentes llegan al sitio desde la madrugada, el intenso frío resulta irrelevante comparado con su fe.
Al llegar, se reúnen en la iglesia donde se ubica una figura del patrón Santiago, para luego trasladarse a las faldas del nevado dónde danzan, bailan y beben.
Cada pedido que tengan para el apu Huaytapallana debe ser acompañado de una ofrenda. “Con las ofrendas devolvemos a la deidad lo que nos entrega, sea fruta, vino, dulces. Aquí se trae lo mejor de lo mejor”, detalla Julio de los Santos. La visita al nevado se extiende hasta la noche donde , en completo estado de ebriedad en la mayoría de casos, los visitantes se despiden del apu Huaytapallana, bailando al ritmo de sus orquestas, bebiendo caña, caliente, cerveza o ‘Chanka Quichachi’ y prometiendo siempre, regresar el próximo año.