Martina de Los Andes, conocida como “la mamá de todas las santiagueras”, siempre coqueta, dice que lo suyo es cantar en doble sentido, sin eso no se divierte. Su picardía le ha valido para conquistar al público. A continuación las vivencias de una de las santiagueras más aclamadas, que, como muchos provincianos, enrumbó a Lima, donde empezó a trabajar como empleada doméstica y ahora es una de las más pedidas en los escenarios.
¿Martina como fueron tus inicios en el folclor?
Martina nació en la región Huancavelica, pero como mi madre era tan pobre y lloraba porque no tenía dinero para alimentar a sus hijos. Yo dije un día me voy a Lima a trabajar y eso hice trabajé como empleada del hogar, es algo de lo que nunca me voy a avergonzar, yo fui una cocinera, muchacha que le gustaba escuchar la música de los artistas de antaño.
¿Y en qué momento empiezas a cantar?
Nací en un concurso de carnavales, yo perdí el concurso, pero la gente gritaba que Martina gane, entonces sentí el cariño de la gente. Eso me empujó y me dije a mi misma, que Martina vale y tiene que ser famosa y como artista estoy aquí bien parada demostrado lo valioso que es nuestro santiago del Valle del Mantaro y Huancavelica de mis amores. Le doy gracias Dios por darme el don de cantar a esta muchacha campesina, esta empleada del hogar. De tamaño soy chica, pero de corazón grande.
Te has convertido en la más aclamada en los escenarios.
Siempre lloró porque Martina de Los Andes tiene mucho que agradecer a Dios. Y solo pido a las personas que nunca abandonen a su madre y valoren a su familia.
¿Cuáles son las canciones que más te pide el público?
Ahora estamos con “El zorro”, pero siempre la gente quiere escuchar “Mala Cara”, “Don Mario”, “donde está tu dinero”, “revólver”. “Donde está tu dinero, donde están tus mujeres, el día que te fuiste, te fuiste todo orgulloso, me dejaste llorando, sin consuelo en la vida, el poder del dinero te ha cambiado para siempre”, cantó siempre. “Por eso digo yo hay que tener 3 amores, el viejo para el gasto, el joven para el gusto y el último pal disgusto”.
¿Con tu santiago hasta dónde has llegado?
Tuve la oportunidad de irme a cantar al extranjero, España, Madrid, Barcelona, Roma, en octubre me voy a Argentina y para Año Nuevo rumbo a Estados Unidos. Voy a llevar mi música a todo el mundo.En Perú recorrí los anexos y poblados.
¿Ya tienes contratos para julio y agosto?
Para una santiguera no falta trabajo, hay que aprovechar y gozar llevando nuestro santiago. A los que están tristes les hago alegrar con mis canciones, con mi alegría, mi picardía y mi doble sentido al hablar y cantar. Sin eso, yo siento que estoy muerta, pero cuando hablo mis cositas, le saco la sonrisa a todo el mundo. “Bandera peruana tiene dos colores, muchacha soltera tiene dos amores”, eso cantamos con las Salcabambinitas y la gente se olvida de sus penas se pone a bailar.