Ella estaba dormida, cuando sintió que alguien le tapaba la boca para luego arrastrarla. La pequeña de 12 años no pudo enfrentar al peón de su padre que la llevó hasta un maizal para atacarla sexualmente . Mientras esto sucedía, Juana, la madre, llegaba a su casa del barrio Pichana en el distrito de Huayucachi. Allí su hija menor de 3 años, le dijo que su tío Henry se llevó a su hermanita. Juana pidió ayuda a los vecinos para buscar a la niña raptada. Cerca de las 6 de la mañana, Dora, su tía, recibió la llamada de su hija. “Mamita, estoy en la chacra de la Sra. Santa”, le dijo y allí la encontraron desnuda, vejada.
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Antes de perder el conocimiento la pequeña, les dijo a sus vecinos por dónde huyó su agresor. A las 7 de la mañana, los pobladores atraparon a Henry Sánchez Flores (30), que estaba escondido en el agujero de un tronco, chacchando coca. Airados, los vecinos lo golpearon, siendo luego entregado a los policías de la comisaría de Huayucachi.
Sollozando, los familiares contaron que horas antes, Henry estuvo libando en el vaciado de una casa. “Sabía que los padres de la niña salían a las 3 am para hacer compras y entró a la casa”, dijo el mayor PNP Alfredo Miguel.
En el maizal, los policías hallaron regadas la ropa de la niña que está hospitalizada y suplicó a su verdugo que no la mate. Además del ultraje, habría hurtado 20 mil soles de los ahorros de la familia.
“Intentó estrangularla, la golpeó y ultrajó”
Apenas vio al violador de su hija, Juana C.L., se abalanzó sobre él. “Maldito”, le gritó y rompió en llanto. La desconsolada madre no deja de clamar justicia y castigo para Henry Sánchez quien atacó sexualmente a su hija de 12 años.
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“Salí a comprar al mercado y él entró a mi casa”, dijo, exigiendo cadena perpetua para el agresor que trabajaba como peón de su esposo albañil. Sus parientes contaron a Correo que la pequeña tiene golpes en todo el cuerpo. “La quiso estrangular, tiene huellas en el cuello, la golpeó, la violó, está viva de milagro”, mencionaron molestos.
Asimismo, revelaron que la víctima les contó que habría suplicado que no la mate, que no diría nada a nadie y le pidió que le devuelva el celular con el que luego llamó a su tía. Además, los gritos de los que lo buscaban asustó y aturdió al obrero.