Alrededor del 10 % de la población padece algún trastorno tiroideo, ya sea hipotiroidismo o hipertiroidismo; pero estudios demuestran que los pacientes que se contagiaron con COVID-19 tienen mayor predisposición para desarrollar estos problemas, informó el secretario de Acción Científica de la Sociedad Peruana de Endocrinología, Jesús Rocca.

MIRA ESTO: Huancayo: Decenas de mujeres acuden por prueba para descarte de cáncer de cérvix

Señales de alerta

Remarcó que la infección por COVID-19 podría desencadenar una inflamación en la glándula de la tiroides de algunos pacientes, ya que su sistema inmunológico ha sido afectado. “Algunas de las consecuencias más frecuentes son el exceso o la disminución en la producción de hormonas tiroideas y la alteración en los niveles de la hormona tiroidea frecuente en pacientes hospitalizados”, dijo.

No se puede determinar en qué medida se registró este incremento, sí se ha identificado algunos casos, en personas que ya habían tenido alguna alteración de este tipo o que tienen factores de riesgo relacionados, tales como antecedentes familiares, aumento del tamaño de la glándula tiroides o alguna enfermedad autoinmune.

TE PUEDE INTERESAR: Todo lo que deben saber los padres sobre la nueva hepatitis aguda infantil

Señaló que la tiroides es una glándula vital y necesaria para el buen funcionamiento del organismo; sin ella la persona no puede vivir, pues su función más importante es ayudar a que el cuerpo administre y utilice su energía de manera adecuada. “Es necesario que las personas con antecedentes familiares de esta enfermedad acudan con un especialista para realizarse una revisión oportuna”, finalizó.

Hay señales de alerta como memoria deficiente, caída del cabello, fatiga, piel seca, estreñimiento, aumento de peso, depresión, otros.

VIDEO RECOMENDADO

ONPE: Cómo cambiar tu local de votación para las elecciones regionales y municipales 2022