Tres años enteros pasaron desde la suspensión total de su sus servicios a raíz de la pandemia de la Covid-19, que no solo significaron la perdida del transporte predilecto entre las regiones de Junín y Huancavelica o la de miles de soles en ingresos de pasajeros, maquinistas y comerciantes, sino también la experiencia única de recorrer la sierra central por la ruta del aclamado “Tren Macho”.

El autovagón 31 del Ferrocarril Huancayo – Huancavelica volvió a encender su motor y ofreció un recorrido demostrativo entre las estaciones de Chilca, en Huancayo, y Cuenca, en Huancavelica, que significa la reanudación progresiva del servicio ferroviario, que empezará a operar abierta y gratuitamente al público desde el lunes 20 de marzo, según anunció el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

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“El beneficio se nota, hemos tenido una gran afluencia de pasajeros temprano. Desde ahora el servicio será gratuito y saldrá puntual e interdiario desde las 6:30 de la estación de Chilca”, refirió Svetlana Tarasova, directora de Gestión en Infraestructura y Servicios de Transportes del MTC.

Un viaje gratuito

A la Estación de Chilca, ubicada en la cuadra 17 de la Av. Leoncio Prado, deben acudir portando el DNI. Las salidas hacia Cuenca están previstas a las 6:30 de la mañana y el retorno a la 1:00 de la tarde. Además los pasajeros podrán usar las estaciones de Viques, Paccha, Chanca, Retama, Ingahuasi, Huarisca, Parco Tellería y Pilchaca. Recorrerá 57 kilómetros, y 10 estaciones durante dos horas de trayecto.

Si bien al momento solo se habilitó un autovagón para el trasladado de 80 pasajeros durante los días lunes, miércoles y viernes, la funcionaria detalló que se evaluará continuamente la necesidad y uso de la población del servicio del tren para ampliar la cantidad de vagones operativos. “Vamos a ver paulatinamente el uso de los ciudadanos. Tenemos 2 autovagones más que están operativos y que cumplen las medidas de seguridad. También evaluaremos la posibilidad de ampliar los días de salida”, puntualizó.

La reactivación del servicio de trenes entre ambas regiones generó reacciones positivas entre pasajeros y comerciantes de la ruta, que volvieron a oír las bocinas del autovagón movilizándose por las rieles de decenas de pueblos en la ruta. “Estamos muy contentos, el tren es un servicio de transporte económico. Durante estos años los buses y autos han cobrado su capricho y ojalá pronto el tren ofrezca la ruta completa”, señala Giomar mientras ve llegar el autovagón a la estación de Izcuchaca.

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En el mismo lugar, Rosario Acuña, vivandera y comerciante, se emociona al ver un tren después de tres años. “Me siento alegre, vamos a trabajar y poder vender nuestros panes, chicharrones, choclitos con queso y tunas. Hemos perdido tres años por la pandemia y espero que ahora nos podamos recuperar”, declara. En tanto, la señora Celia, natural de Retama (Huancavelica) y que desde hace muchos años se dedica a la venta de tunas en los mercados de Huancayo, cuenta que la diferencia entre un pasaje de auto y tren es abismal. “Una carrera en auto desde mi pueblo (Retama), trayendo mis bultos para mi negocio cuesta 70 soles, cuando venía con el vagón pagaba solo 5 soles”, afirma.


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