Después de dos años, Huancayo vuelve a vivir la Semana Santa. Miles de feligreses se concentraron en el centro de la ciudad para revivir la fe, la tradición.
La costumbre de esta festividad en el Domingo de Ramos, se inició con la bendición de los ramos y palmas, prosiguió con la procesión del Señor del Triunfo que terminó en la Iglesia La Inmaculada donde el Cardenal Pedro Barreto Jimeno ofició la eucaristía.
En el recorrido que realizó el Cardenal Pedro Barreto Jimeno, habían mantas andinas tendidas, las cuales llevaron las madres del programa del Vaso de Leche de la Municipalidad de Huancayo.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica Peruana, hizo una reflexión respecto a la protestas que se dieron en Huancayo en días pasados durante el paro de agricultores y transportistas que terminaron en hechos de violencia,saqueo y vandalismo.
“Este es el milagro que hace Jesús en Huancayo, que hace unos días estuvo lleno de violencia y enemistad. Es Jesús quien ha volcado hoy (domingo) al pueblo de Huancayo que quiere la paz y la justicia”, expresó al mencionar que las personas y autoridades tienen que aprender a dialogar con respeto buscando la verdad sin ningún interés propio.
Asimismo, se refirió a los sismos que se registraron la noche del sábado en el Valle del Mantaro al invocar que esta Semana Santa sirva para vivir unidos en verdad, en la esperanza y en la acción pacífica que desde la familia se debe incentivar.
”Estos signos de la naturaleza que gracias a Dios no dejó ninguna víctima es una llamada de atención, para decirnos que así como un temblor lo sentimos todos y nos hermana, Dios es el único que nos puede acompañar para seguir adelante”, manifestó.