Ante la amenaza de muerte al ingeniero residente de la obra del colegio San Ramón, en Tarma, por parte de trabajadores de la selva, la empresa que ganó la licitación decidió suspender los trabajos de contingencia de dicho plantel.

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Dicho grupo está cumpliendo lo que había amenazado, lo que significa un problema para la obra, porque se retrasará en cuanto a los plazos de ejecución se refiere, como ya sucedió en otros lugares.

A opinión de los representantes de la empresa responsable, esta gente llegó de diferentes lugares de la selva con el fin de generar desorden y perjudicar el proyecto “emblemático” educativo.

Viendo los antecedentes, en la selva hay varias obras que hace diez años están en manos de la Fenatracc y hasta ahora no las han culminado.

Al conocer dicha suspensión de la obra, el consejero por Tarma Luis Morales levantó la voz y señaló: “Delincuentes que proceden de la selva están entorpeciendo el progreso de Tarma y yo como tarmeño, no voy a permitir eso”. Remarcó que tiene que ser personal calificado para que las obras salgan bien.

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Indicó que, por acuerdo de Consejo Regional, por su iniciativa, las empresas que ganen una licitación con el gobierno regional, del 100 % del personal contratado, 60 % debe ser de la zona, es decir de la provincia donde se ejecute la obra y de ese porcentaje el 20 % deben ser mujeres.