La violencia desatada por bandas criminales ha puesto en la mira a dirigentes sindicales del sector construcción de la región Junín, mientras que miles de trabajadores lidian con un sistema de salud que les da la espalda.
“El trabajador de construcción civil está expuesto a extorsiones, amenazas y asesinatos, y cuando sufre un accidente en obra, ni siquiera tiene garantizado el acceso a salud”, denunció Jhon Oliver, secretario de Bienestar Social de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP).
En la región Junín, según Zenovio Rodríguez, dirigente de Juventudes de la federación, cada trabajador debe pagar un monto para ingresar a una obra.
“A los trabajadores se les cobra hasta S/400 para que ingrese a la obra y dentro del proyecto también son obligados a colaborar con actividades como polladas o parrilladas y si te niegas, te amenazan y ni podemos denunciar”, dijo Rodríguez.
La federación, además informó que hay alrededor de 40 pseudosindicatos en la región, que no tienen actividad sindical.
Actualmente, un trabajador debe aportar al menos tres meses seguidos para recibir atención médica. Sin embargo, en este sector, pocos alcanzan este requisito ya que las obras duran entre uno y 4 meses.
“Aportamos más que un trabajador común, pero cuando queremos atendernos, nos dicen que no cumplimos con los meses necesarios.”, cuestionó Zenobio Rodríguez.
Dirigentes impulsan un proyecto de ley para que el aporte se reduzca de tres a un mes y garantizar su acceso a la salud.