Secuestraron a los trabajadores para robar todas las especies de valor que había en la granja. Así actuaron los integrantes de una organización criminal que con pistola en mano redujeron a los vigilantes y al personal que descansaba en este criadero de gallinas, ubicado en la carretera de ingreso al centro poblado Topará, jurisdicción del distrito de Grocio Prado. A estos delincuentes no les importó que había niñas presentes para consumar su fechoría.
Delito consumado
Los hampones llegaron de noche y a pie para no despertar sospechas. Se presume que refugiados en la oscuridad observaron la ubicación de las personas que estaban en la granja y al conocer estos movimientos optaron por cortar la energía eléctrica proporcionada por un motor. Uno de los encargados acudió al lugar donde estaba instalado este suministro, creyendo solucionar el problema.
Lo que encontró fue a unos sujetos que lo redujeron con arma de fuego. Los bandidos tomaron prisionero también a los vigilantes y fueron avanzando hacia otros ambientes, reteniendo a todos los trabajadores. Una mujer que labora en este lugar y sus dos hijas quedaron encerradas junto a los demás. De este modo, los hampones tomaron el control de la granja y comenzaron a apoderarse de todos los bienes.
Estos utilizaron camiones para cargar con las cubetas de cartón que se usan para almacenar los huevos, así también robaron las gallinas, alimento balanceado, las balanzas, los motores y otras especies de este negocio. Esta organización no conforme con su accionar se quedaron con los celulares de los trabajadores y hasta sustrajeron los víveres de primera necesidad. El perjuicio económico es cuantioso.
La agraviada comentó que pidió a uno de los pillos que la dejara salir al baño y en esas circunstancias nota como los integrantes de esta banda consumaban el asalto y robo. Señaló que tras el escape de los delincuentes acude en búsqueda de ayuda, pero ya era demasiado tarde.