nació el 6 de enero de 1895 en el pueblo de San Pedro de Ñoco Bajo, hoy convertido en el distrito de Grocio Prado. Ayer, al cumplirse un año más del natalicio, cientos de personas acudieron a la casa donde vivió lay también al mausoleo creado para el reposo de su cuerpo. La festividad estuvo acompañada de danzantes de Hatajo de Negritos y Las Pallitas que cada año llegan a rendir tributo a La Melchorita.

Celebración religiosa

Desde el jueves, un día antes de la celebración, los devotos iban llenando la Plaza de Armas de Grocio Prado para la tradicional serenata organizada por la municipalidad distrital. Durante este evento se fue recordando la vida entregada por Melchora Saravia al servicio de Dios y de las personas más necesitadas. Sus acciones la llevaron a ser considerada la “Sierva de Dios”.

En el día de su onomástico se abrió desde muy temprano la puerta de la casa que habitó la religiosa, ubicada en el pasaje El Pegrino. Los devotos cargados de fe se acercaron al altar de oración, a la habitación donde aún se conserva la cama de La Melchorita, al mueble de madera en el que se guardan sus prendas de vestir y otros ambientes de la casa que tiene construcción de caña y barro. Entre los visitantes está la familia Sebastián Lévano que inició la devoción a Melchora Saravia desde hace más de 4 décadas.

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