A pesar de los esfuerzos de la Municipalidad Provincial de Ica por controlar la presencia de comerciantes durante el de la imagen de Luren, la situación se desbordó en los dos días que duró el evento religioso.

Desorden en la ciudad

Cientos de vendedores informales aprovecharon la gran afluencia de personas para instalarse en las principales arterias de la ciudad, generando desorden y dificultando el tránsito.

Desde la mañana del lunes, trabajadores municipales intentaron evitar la ocupación de las calles cercanas al templo de Luren, mojando las vías como medida disuasiva. Sin embargo, con el paso de las horas, los comerciantes comenzaron a instalarse en estos espacios, y para la noche, cuando inició la tradicional bajada de la imagen, dos cuadras de la avenida Municipalidad ya estaban llenas de vendedores, incluidos comediantes ambulantes que agravaron el tumulto.

El desorden continuó el martes, cuando, antes de que concluyera el primer recorrido procesional, el boulevard de la Calle Piura también fue invadido por otros comerciantes informales.

A pesar de los esfuerzos del municipio, la magnitud del evento y la falta de cumplimiento de las restricciones por parte de los comerciantes ambulantes revelaron las dificultades para mantener el orden en este tipo de celebraciones masivas en Ica.

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