La uva es uno de los productos más representativos y valiosos de la región Ica. El departamento concentra más del 50% de la producción nacional de uvas, consolidándose como el principal productor del país. En la actualidad, aproximadamente 27 mil personas se dedican al cultivo de esta fruta, que se ha convertido en un motor clave para la economía local.
Avanza la economía
“En los últimos seis años, la uva se había consolidado como uno de los dos productos insignia para la agroexportación nacional. De hecho, en 2023, solo los envíos al extranjero de uva de todas las regiones generaron más de US$1,700 millones, superando a cualquier otro producto agrícola. De este modo, se demuestra la gran importancia de esta fruta para nuestro país, especialmente para Ica, que concentra casi US$1,000 millones de los ingresos”, señaló César García, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
El especialista destacó que este impacto es positivo para la región, ya que, a medida que aumentan los ingresos, también crecen las inversiones y los empleos en un sector vital para la economía agrícola. Resaltó que este crecimiento no solo fortalece la productividad local, sino que también mejora la calidad de vida de las comunidades que dependen directamente de la agricultura.
Del mismo modo, explicó sobre el balance de la producción de uva en la región. Detalló que la producción de uvas, ha experimentado una caída del 23.6% entre enero y octubre respecto al año anterior, según el último reporte publicado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). De hecho, en meses clave como febrero y marzo, se han observado bajas importantes.
Como resultado de esto, hasta octubre, las exportaciones de este producto desde Ica cayeron un 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior, registrando una disminución de alrededor de US$ 70 millones respecto a lo recaudado en 2023.
Según la Dirección Regional Agraria de Ica, las altas temperaturas registradas a lo largo del año han afectado el cultivo de uvas, causando una deshidratación y transpiración excesiva de los frutos, lo que podría llevar a la muerte de las plantas. Se han reportado olas de calor tanto a inicios de año como recientemente en octubre, las cuales han impactado especialmente a la cosecha de los pequeños y medianos productores, que carecen de la tecnología y los recursos necesarios para identificar las necesidades y el comportamiento anómalo de los suelos y de la vid ante las condiciones climáticas adversas.
“Es esencial que se implemente un plan de contingencia que proteja la actividad agrícola frente a condiciones climáticas adversas. Para ello, se debe promover prácticas agrícolas resilientes, mejoras en la infraestructura de riego y la capacitación a los productores con la adopción de tecnologías avanzadas para garantizar la competitividad y sostenibilidad del sector, lo que impulsará la productividad y el crecimiento económico de la región”, añadió García.
Si bien la producción de uva en 2024 no alcanzó las metas esperadas, las perspectivas para la campaña 2024/2025 (de octubre a abril) son más alentadoras. Según las estimaciones de Provid, se espera superar los volúmenes obtenidos en la temporada anterior. La región sur (Lima, Ica, Arequipa y Moquegua) proyecta exportar cerca de 41 millones de cajas, lo que indica una recuperación significativa en el sector.