Monte Sierpe, una colina ubicada en el valle de Pisco, región Ica, dejó de ser uno de los grandes enigmas de la arqueología andina tras una investigación internacional que explicó la función de más de 5.200 agujeros excavados y alineados en su superficie.
Asombroso hallazgo
La investigación determinó que este singular conjunto no tuvo una función ritual ni ceremonial, como se especuló durante décadas, sino que habría sido utilizado como un sistema de intercambio y conteo de productos por sociedades prehispánicas. La explicación se sustenta en evidencia científica obtenida mediante tecnología de análisis reciente, lo que permitió descartar interpretaciones sin respaldo empírico.
National Geographic destacó que el caso de Monte Sierpe refleja cómo las herramientas modernas, como la arqueología digital y el análisis microbotánico, están transformando el estudio del pasado. En ese contexto, el sitio aparece como un ejemplo de cómo paisajes conocidos pueden adquirir nuevos significados a partir de métodos científicos avanzados.
Las primeras referencias documentadas sobre los agujeros datan de 1933, cuando la propia National Geographic publicó fotografías aéreas del lugar. Desde entonces, la regularidad y extensión de estas perforaciones, que se extienden por más de un kilómetro y medio sobre una cresta rocosa, despertaron el interés de investigadores sin que se lograra una explicación definitiva.

Durante años, Monte Sierpe fue objeto de teorías rituales e incluso pseudoarqueológicas, alimentadas por la falta de excavaciones detalladas. Esta situación cambió con el uso de drones, modelos digitales del terreno y estudios microbotánicos, que permitieron analizar con precisión la disposición de los hoyos y los restos encontrados en su interior.
El estudio fue encabezado por Jacob Bongers, arqueólogo digital de la Universidad de Sídney, junto a un equipo internacional que analizó la llamada “Banda de Agujeros”. Los investigadores hallaron restos de maíz y plantas utilizadas para fabricar cestas, lo que sugiere que los agujeros contenían mercancías y funcionaban como parte de un mercado o sistema de contabilidad.
Los resultados indican que la cultura Chincha, y posteriormente los incas, utilizaron este espacio para el intercambio de bienes y el control de productos dentro de una red económica regional. El ordenamiento de los hoyos guarda similitudes con sistemas de conteo como los quipus, reforzando la hipótesis de una función práctica vinculada al comercio y los tributos.
La investigación fue publicada en la revista científica Antiquity y contó con la participación de especialistas peruanos y extranjeros, incluyendo investigadores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Para National Geographic, el caso de Monte Sierpe confirma que la combinación entre trabajo de campo, tecnología digital y análisis de laboratorio puede resolver antiguos misterios y redefinir la comprensión de las sociedades prehispánicas.
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