Hasta ayer, se calcula que más de 50 mil devotos llegaron a rendir sus a la Santísima , en su festividad que se desarrolló de manera presencial después de dos años por la pandemia de la COVID-19.

Festividad religiosa

Los feligreses de distintas partes del Perú llegaron en autos, camionetas, minivans, buses y cientos también realizaron la tradicional peregrinación con una caminata por más de 4 horas en el desierto, en simultáneo también se ofrecían misas continuas cada hora en el santuario, ya por la mañana se hacían extensas filas para poder ingresar al templo sagrado a rendir plegaria a la santísima virgen. En tanto, la seguridad en la festividad era brindada por hasta 500 efectivos policiales y un destacamento de rescate, también se desplegó personal de serenazgo y Cruz Roja.

Al promediar el mediodía, se realizó la misa central ofrecida en el atrio central del santuario, a cargo del obispo de la Diócesis de Ica, monseñor Héctor Vela Colona, quien rindió la eucaristía en conjunto con miles de devotos, los mismos que a pesar de los 27 grados de temperatura en la zona demostraron su inquebrantable fe y devoción a la venerada imagen. Durante la misa también se pidió por el eterno descanso de las víctimas del coronavirus.

Horas después a las 4:00 p.m. se dio la santa misa de acción de gracias y a las 5 de la tarde se realizó el recorrido procesional de la milagrosa virgen, quien derramó bendiciones  y fue acompañada por miles de fieles que prendían sus velas, llevaban imágenes sagradas y distintos productos para que reciban la bendición en la plaza de Armas del distrito de Yauca del Rosario, donde el anda procesional realizaba paradas para que reciba ofrendas de distintos mayordomos y la viva expresión del sentir religioso. Posteriormente a las 10 de la noche, la santísima virgen realizó su ingreso triunfal al templo.

Cabe señalar que en la zona también se desarrolló una feria en las inmediaciones del templo con gran afluencia de comerciantes.

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