En el kilómetro 292 de la Panamericana Sur están atrapados un aproximado de 25 buses interprovinciales que están siendo víctimas de chantaje por una gavilla de delincuentes que se escudan como protestantes.
Así han informado temerosos conductores de las unidades que desde el domingo último están varados y son acosados constantes por sujetos de malvivir quienes le exigieron 300 soles a cada ómnibus a cambio de que no lo saqueen.
Se conoció que en el sector de Barrio Chino piden cupos para dejar pasar las unidades pero al llegar a Expansión Urbana, los hacen retornar.
Solo así, los conductores y pasajeros también pueden dormir con tranquilidad. En el distrito de Salas, también han saqueado un minimarket. Abrir sus puertas al público originó el violento hecho que dejó pérdidas cuantiosas en productos para el propietario.
En la zona de Barrio Chino y Expansión Urbana, situados en la Panamericana Sur es donde los pasajeros de los buses interprovinciales llevan ya tres días varados y se están quedando sin dinero para seguir costeando su alimentación.
Las unidades provenían de Arequipa, Chile, Cusco y otras regiones del sur que se dirigían a Lima y quedaron atrapados por el bloqueo de la carretera. Hay turistas que están preocupados, dentro de ellos, una legión de haitianos.
En este punto, las familias que tienen hijos menores y personas adultas están desesperados porque sufren con la paralización. Llevan tres días sin asearse y el calor iqueño es insoportable.
Los pasajeros han empezado a realizar colaboraciones para una olla común y así todos puedan comer un poco. Muchos se están quedando sin dinero y las unidades que transportaban víveres y otros alimentos, han decidido donar antes que se pierda.
Olla común
La señora Seferina Cáceres Villanueva, proviene de la ciudad de Canchis, provincia cusqueña de Sicuani, y viaja con su hijo de habilidades especiales y solo pide que abran la vía para llegar a Lima y pasar la Navidad con su demás hijos.
“Traje carne para mis hijos que están en Lima, pero antes que se descomponga, lo entregué para preparar una olla común para alimentarnos. Muchos de los pasajeros hemos viajado con lo necesario “, dijo.
Silvia Siguas, vecina del distrito de Salas Guadalupe, repartió un promedio de 100 desayunos a los pasajeros varados y pidió que los demás vecinos también se solidaricen.
A esta hora de la mañana, sigue el bloque en su cuarto día.