La minería en Ica es un pilar de la economía regional, generando más de S/5 mil millones anuales y siendo la segunda actividad económica más importante de la región. Este sector emplea actualmente a más de 20 mil personas de forma directa y también impulsa empleos indirectos en sectores como alojamiento, transporte y alimentación. Sin embargo, a pesar de su impacto positivo, el sector enfrenta una caída en la producción y una baja en la inversión, que todavía no muestra signos de recuperación, según la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Sector clave, pero con números en rojo
En la actualidad, Ica es la cuarta región que más ingresos recibe por concepto de canon, por detrás de departamentos como Moquegua, Arequipa y Áncash. Estos recursos son fundamentales, ya que se destinan a proyectos de inversión pública que permiten mejorar la calidad de vida de las personas en sectores como salud y educación.
Además del importante motor que representa la agroindustria, Gustavo Meza, economista de REDES, señaló que la economía iqueña también se sostiene gracias a la actividad minera, que representa el 23.8% del PBI regional.
“Ica recibe más de US$253 millones en canon minero y regalías, fondos claves para proyectos públicos en salud, educación y obras como la construcción de hospitales y colegios”, indicó.
Cabe recordar que en Ica se encuentra la única unidad minera de hierro del país, en el distrito de Marcona (Nazca). Además, la región es la tercera en producción de zinc y plomo a nivel nacional. También se extraen otros minerales como oro, plata y cobre. Aunque el sector agropecuario, fundamental para la región, representó el 33% de las exportaciones totales en 2023, según el Mincetur, la minería aportó el 58%.
Desde el último trimestre de 2023, el sector ha registrado cifras negativas en su producción. En la primera mitad de este año, la contracción fue de 1.7%, pero se acentúa al analizar los últimos tres trimestres (de octubre de 2023 a junio de 2024), alcanzando un -3.2%, según reportó el INEI.
Las inversiones también han disminuido: entre enero y agosto de 2024, solo se invirtieron US$218 millones en el sector, lo que representa una caída del 6.5% respecto a 2023 y del 68.3% frente a 2019, cuando la región alcanzó US$687 millones en inversiones y se consolidó como la segunda región con mayor inversión a nivel nacional, según cifras del Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Ante este panorama, Meza remarcó que es fundamental garantizar un contexto de estabilidad política y social para generar confianza en la inversión. Además, se debe priorizar la ejecución de proyectos relacionados con infraestructura logística, para facilitar el transporte de materiales y reducir costos.
Como tercera medida, el especialista subrayó la necesidad de simplificar los trámites para la obtención oportuna de licencias y realizar un seguimiento constante a las actividades del sector. Esto permitirá mejorar la transparencia en la gestión de recursos y asegurar prácticas responsables con el medio ambiente.
“La minería tiene el potencial de seguir aportando al desarrollo de Ica, pero es crucial contar con reglas claras y transparencia para que los beneficios lleguen a más iqueños”, concluyó el economista.