Día a día, muchos pobladores de la provincia ponen en riesgo sus vidas al visitar el muelle fiscal de la provincia que ha sucumbido al paso de los años, el óxido y el terremoto del año 2007 que sacudió a Pisco y que terminaron de dañar sus estructuras, convirtiéndolo en una construcción altamente peligrosa.
Ni los carteles colocados por el área de defensa civil del municipio pisqueño persuaden a los concurrentes que a diario recorren sus instalaciones para acceder a una vista privilegiada de todo el borde costero que se encuentra a ambos costados.
Los que han mostrado su preocupación son los vecinos vecinos, quienes dicen que las horas de mayor concurrencia de la población es en horas de la tarde, donde es visitado por pescadores y parejas de enamorados y familias que recorren sus instalaciones.
“Por estos días el mar está movido, pero ni eso asusta a las personas que visitan a diario el muelle fiscal, donde amigos de lo ajeno se han apropiado de los carteles donde se prohibía el acceso peatonal y vehicular”, dijo una vecina de la calle Manuel Pardo.
Por la peligrosidad y el colapso inminente de este muelle, se hace necesario que el municipio provincial cierre todos sus accesos y aleje a la población de su estructura que de tiempo en tiempo sigue deteriorándose ante la pasividad y la nula reacción de sus autoridades que podrían potenciarlo y convertirlo en un atractivo turístico.
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo presentó una propuesta para reconstruir el muelle fiscal de Pisco en el 2019, está no se ha podido concretar hasta la fecha, quedando latente la esperanza de poder recuperar esta construcción que tiene 150 años de historia.