Virginia Seminario Román, una valiente mujer de 48 años, residente en la provincia de Nasca, enfrenta una dura batalla contra el cáncer de riñón, enfermedad que la aqueja desde hace tres años. A pesar de sus esfuerzos y tratamientos, la situación económica se ha vuelto insostenible, obligándola a iniciar una cruzada para recaudar los más de 20 mil soles necesarios para una operación urgente que podría salvar su vida.
Debe ser operada
La intervención quirúrgica, programada para el 29 de diciembre, consiste en una nefrectomía parcial para extirpar tres tumores cancerosos presentes en su riñón. Este procedimiento busca prevenir la propagación de células cancerígenas y evitar una metástasis que agravaría su estado de salud. Sin embargo, los elevados costos han puesto en riesgo la realización de esta cirugía crucial.
Aunque Seminario cuenta con la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS), este no cubre la totalidad de los gastos relacionados con su tratamiento. Esto la ha llevado a hipotecar su vivienda para afrontar los costos médicos que, con el tiempo, han resultado interminables. A pesar de la visita de una asistenta social, el SIS no ha autorizado cubrir la totalidad de su operación, aumentando la carga económica sobre su familia.
El cáncer de riñón es una enfermedad que ha ido incrementando su incidencia en el Perú en los últimos años, según datos del Ministerio de Salud (MINSA). Si bien representa un porcentaje menor en comparación con otros tipos de cáncer, se ha reportado un aumento del 15% en los casos diagnosticados en la última década. Esta enfermedad afecta principalmente a personas mayores de 40 años y, en muchos casos, su detección tardía complica el tratamiento. La falta de acceso a recursos médicos adecuados en zonas alejadas como Nasca dificulta aún más la lucha contra esta enfermedad.
A pesar de los avances en la cobertura oncológica, en el país aún persisten grandes brechas en el acceso a tratamientos integrales para este tipo de cáncer, especialmente en pacientes de bajos recursos. Según especialistas, el diagnóstico temprano y las intervenciones quirúrgicas oportunas son clave para aumentar las probabilidades de supervivencia. Sin embargo, muchas familias, como la de Virginia, enfrentan enormes dificultades económicas para costear tratamientos que no están completamente cubiertos por los sistemas de salud pública.
Ante esta situación, Virginia ha pedido el apoyo de la comunidad nasqueña. Su llamado ha encontrado eco en varios medios de comunicación locales, que se han unido para organizar una cruzada benéfica con el objetivo de recaudar los fondos necesarios. La solidaridad se ha convertido en su esperanza más grande en este momento crítico.
Si desea colaborar y sumarse a esta noble causa, puede comunicarse al 956114054. Cada aporte significa un paso más hacia la recuperación de Virginia y un ejemplo de que la unión de una comunidad puede marcar la diferencia.
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