En setiembre, Manuela Torres cumplirá 70 años y se irá a su casa sin haber logrado la estabilidad laboral. Siempre se desempeñó en el área de limpieza del Hospital Regional de Ica desde antes del terremoto del 2007.
Vilma Ausejo con 59 años, se ha encadenado en un poste porque teme correr la misma suerte de su compañera Manuela. Actualmente en el nosocomio iqueño se realiza el proceso de nombramiento y la comisión, los ignora.
Teme quedar excluida, pese a que una circular del Ministerio de Salud señala de forma clara que las trabajadoras de servicios generales, que en su mayoría son personal de limpieza, mantenimiento y otros, alcancen el nombramiento.
Este grupo humano, durante la pandemia contra el coronavirus trabajó en las áreas críticas y hoy está siendo marginado. Prefieren darle estabilidar laboral al personal que realiza labor administrativa, quienes no realizarán la limpieza de los centros quirúrgicos.
Muchos de ellos ingresaron años atrás a trabajar vía un concurso público y ahora no son tomados en cuenta.
Una dirigenta del gremio que ayer realizó una protesta y un plantón, ha señalado que la negativa del nombramiento es que el nosocomio prefiere contratar una servis para trabajos como limpieza y otras áreas.
Los que ingresaron a trabajar sin ningún tipo de concurso están a un paso de lograr la estabilidad. Mientras tanto, Gina Enríquez con 62 años, seguirá esperando .
El grupo evaluador está conformado por Jesús Ramos, Enrique Aguirre y Yulissa Garrido Matta.