Un grupo de efectivos policiales de la comisaría de Pisco ha denunciado, mediante redes sociales de manera anónima, graves deficiencias en la calidad de los alimentos que reciben diariamente a través de la concesionaria encargada del rancho. Según los denunciantes, los menús no solo son de baja calidad, sino que además ponen en riesgo la salud del personal que, a diario, arriesga su vida para proteger a la ciudadanía. Pese a las constantes quejas formales, señalan que las mismas han sido ignoradas e incluso habría represalias por parte de un suboficial encargado del rancho.
Corrupción
Lo que agrava la situación es la presunta vinculación de un suboficial con la empresa concesionaria. Según los denunciantes, esta sería manejada indirectamente por él, mientras que su suegra figura como propietaria en los registros. Tal acusación genera suspicacia sobre posibles actos de corrupción y favoritismo que perjudican al cuerpo policial. “Es increíble que dentro de nuestra propia institución ocurra esto; estamos expuestos no solo al peligro en las calles, sino también al maltrato dentro de nuestra comisaría”, comentó un efectivo afectado.
Los policías confían en que el comandante Henry Calderón, comisario de Pisco, tomará medidas inmediatas para investigar y solucionar esta problemática. Exigen una auditoría transparente, el cese de cualquier represalia contra los denunciantes y la garantía de un servicio de alimentación digno, en reconocimiento al sacrificio que realizan a diario por la seguridad de la ciudadanía.