El Perú celebra hoy el día del hombre y mujer de campo. En esta parte del país, al menos 150 mil se dedican a la agricultura familiar y todavía hay un porcentaje que gana S/ 750 mensuales, pues la arroba de papa, 12. 5 kilos aproximadamente, pueden llegar a venderla a solo un sol. Hay mucho por hacer aún.
El Perú celebra hoy el día del hombre y mujer de campo. En esta parte del país, al menos 150 mil se dedican a la agricultura familiar y todavía hay un porcentaje que gana S/ 750 mensuales, pues la arroba de papa, 12. 5 kilos aproximadamente, pueden llegar a venderla a solo un sol. Hay mucho por hacer aún.

“Nosotros aproximadamente ganamos 500 soles mensuales. La arroba de papa (12.5 kilos), por ejemplo, la llegamos a vender a un sol”, nos dice Enemesio Ramírez Rey, campesino de Querobal, caserío ubicado en el distrito de Curgos, en la provincia andina de Sánchez Carrión, .

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Enemesio tiene 52 años de edad, 42 de ellos dedicados a la agricultura. Cuando terminó el sexto grado de primaria decidió cambiar las aulas por los campos de cultivo de sus padres. Nunca más regresó al colegio. Según el Sistema Integrado de Estadística Agraria (SIEA), plataforma del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), al menos 30 mil campesinos únicamente tienen primaria completa en esta región.

Cruda realidad

El Perú celebra hoy el “Día del Campesino” [ver nota vinculada en la página 3]. Es una fecha para reconocer el esfuerzo de los hombres y mujeres de campo, pero también para reflexionar acerca de las condiciones en las que viven y trabajan.

De acuerdo con el gerente regional de Agricultura de La Libertad, Miguel Chávez Castro, de los 150 mil agricultores que labran sus tierras en este departamento, la gran mayoría, entre el 80% y 90%, tiene no menos de tres y no más de cinco hectáreas.

De estos, añadió el funcionario, hay un porcentaje, entre el 5% y 7%, que gana como don Enemesio o un poco más: S/ 750 mensuales, una cifra incluso inferior a la de un sueldo mínimo (S/ 1,025).

“Estamos hablando de su ingreso familiar, no individual. Es poco. La gran agricultura está en la costa”, lamentó.

El economista Carlos Pastor Casas explicó que en la actualidad, la canasta básica de alimentos y otros bienes esenciales es de S/ 1,784 para una familia compuesta por cuatro integrantes [en la sierra los grupos familiares suelen estar integrados por más miembros].

“Hay dos formas de medir la pobreza extrema. Si lo vemos desde el punto de vista monetario, se diría que son pobres extremos (ingreso percápita —por persona— menor a S/ 446); y si lo vemos aún más desde el punto de vista de la pobreza bidimensional (no cubren ni satisfacen hasta tres necesidades como agua, desagüe, energía eléctrica, internet, educación, salud, entre otras), son pobres extremos [también]”, señaló el exdecano del Colegio de Economistas de La Libertad.

Para Pastor, la agricultura de la subsistencia existe desde hace muchas décadas, pero la situación se agudizó con la Ley de Reforma Agraria promulgada en 1969, pues se formaron “cúpulas” que se aprovecharon de las circunstancias y las políticas de Gobierno nunca llegaron a las zonas rurales.

“¿Qué pasaba? Al no tener los campesinos los insumos, llegaban los grandes intermediarios o comerciantes para ponerles los mismos y a cambio de eso, al agricultor le daban siempre un costo micro. [...] Hablamos de la cultura del vivo y al no haber educación debido a la ausencia del Estado, no ha habido nunca equidad. En otras palabras, es un problema histórico que aún no ha sido resuelto”, señaló.

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Calco

En la costa, la situación de la agricultura familiar es muy similar a la de la sierra y abismalmente diferente a la del agroexportador que posee sus tierras en el Proyecto Especial Chavimochic, en la provincia de Virú.

“El agricultor de subsistencia aquí no tiene agua todo el año, a veces solo hace una campaña y hasta pierde cultivos por falta del recurso hídrico. Por eso la importancia de ejecutar con urgencia la presa Pájaro Bobo, obra cuyo perfil ya está en elaboración, pero que fue olvidada por el señor [Luis] Valdez (exgobernador regional)”, comentó Mirtha Higa Urquiaga, exconsejera por Virú.

En esa línea, la exautoridad cuestionó que el Gobierno Central “solo invierta en infraestructura para los grandes agricultores y no destine el mismo presupuesto a los campesinos”. “Está bien que se invierta en Chavimochic, pero el pequeño y mediano agricultor no tiene el mismo respaldo. Tenemos una agricultura que alimenta al mundo, pero no a los peruanos”, agregó.

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Respuestas

Ante este escenario, el gerente de Agricultura, Miguel Chávez, aseveró que desde la Región se hacen todos los esfuerzos para llegar al pequeño y mediano agricultor.

“Una de las principales deficiencias que hemos identificado es el aprovechamiento deficiente del recurso agua. Se requieren más canales, bocatomas, tecnificar el riego. Sin embargo, esperamos terminar de construir, además de una gran cantidad de reservorios, unas 70 qochas para almacenar casi 12 millones de m3 de agua”, señaló.

El economista Carlos Pastor agregó que al trabajo que se viene haciendo en todos los niveles de gobierno, es necesario sumarle la participación de la academia (universidades). “Un valor negativo que debemos romper todos es el egoísmo. Acá todos ganamos. Si el campesino vende, se reinvierte y crece, y puede pagar sus impuestos. Hay que darle también buenas carreteras, servicios básicos”, enfatizó.

El también catedrático recalcó que es importante entender que en la “actividad económica de agricultura de subsistencia, los campesinos producen para el consumo y sobrevivencia familiar, y en mínima escala para el mercado por su neutra o nula rentabilidad”.

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