El reciente cambio de ministro de Desarrollo Agrario y Riego –Javier Arce Alvarado por Óscar Zea Choquechambi– ha generado preocupación en las autoridades liberteñas debido a que podría causar un retraso en la elaboración de la adenda que permitirá destrabar la ejecución de la tercera etapa del Proyecto Especial Chavimochic, cuyas obras se paralizaron en diciembre de 2016. Incluso, para el gobernador regional Manuel Llempén, “estos cambios continuos generan incertidumbre e informalidad”.
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¿Como gerente corporativo de la Junta de Usuarios de Riego Presurizado, usted cree que este nuevo cambio de ministro [de Agricultura] puede retrasar aún más la adenda?
Nosotros esperamos que no, pues no es el propio ministro el que trabaja las propuestas entre el concesionario y el Estado.
Pero el mismo gobernador ya ha expresado su preocupación por esta situación. Es la opinión del gobernador, debe conocer algo más sobre el tema.
¿Hay esperanzas entonces de que esta adenda salga pronto?
Nosotros esperamos que no retrase. Ayer (jueves) estuvimos con el ministro y esperamos que no haya ninguna demora al respecto. Esperamos que el Gobierno [Central] sea consecuente con su propia oferta.
¿Ha notado voluntad política en él?
Pienso que sí, pero siempre hay inconvenientes. Es un proceso complicado, complejo, no es muy simple. Nosotros estamos con la expectativa de que sea lo más inmediato posible.
¿En cuánto tiempo cree que podría estar lista la adenda?
Debe estar en meses.
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Mientras se prepara y aprueba la adenda, ¿cuánto cree que está perdiendo La Libertad?
Son dos cosas que se están perdiendo. Uno, así como está, sin la presa [Palo Redondo], con 25 mil hectáreas en producción y 30 mil hectáreas en mejoramiento, tenemos poco más de 50 mil hectáreas que están expuestas a cualquier cambio climático y que a pesar de que el agua del [río] Santa es abundante, ahora que entramos en estiaje es bastante preocupante. El año 2020 tuvimos 15% menos de agua de lo esperado y eso causó una pérdida muy grande. Lo segundo, sin presa, hay una pérdida de 4 mil millones de dólares por año.
¿Hablamos de 50 mil hectáreas expuestas a perderse?
Están expuestas porque en junio entramos en estiaje. Cuando no hay suficiente agua, las plantas pierden tanto rendimiento como calidad, y eso se traduce en pérdidas económicas.
Hay un sector que prioriza la culminación de la presa Palo Redondo y le resta importancia a la construcción del Canal Madre. ¿Cuál es su posición?
Nosotros creemos que la concesión completa debe continuar por muchas razones. No solo debe culminarse la ejecución de las obras, sino también garantizar su mantenimiento. Actualmente, el proyecto, que viene del año 1987, tiene una capacidad ociosa; es decir, la bocatoma, que tiene una capacidad de 88 metros cúbicos por segundo, es usada para 20, la cuarta parte. Entonces, ese retraso es una pérdida para el país muy grande.
Hay afectación también en los pequeños agricultores.
Es cierto. Por ejemplo, en el 2020, Moche estaba regándose con 200 litros por segundo, cuando con eso se riega en una parcela de arroz. Hay una afectación muy agrande para el pequeño agricultor.
¿Cuántos puestos de trabajo se están dejando de generar?
Más o menos para que pueda calcular estamos hablando de cuatro personas por hectárea. Si solo calculamos sobre 80 mil hectáreas, serían 320 mil trabajadores que se estarían beneficiando directamente.