El distrito de Florencia de Mora conmemora su 39 aniversario de creación en medio de una crisis que afecta gravemente a sus habitantes. Desde el 2018, el principal problema de la jurisdicción ha sido la falta de reparación de la carpeta asfáltica de sus calles, afectadas por la destrucción que dejó el proyecto de cambio de redes de alcantarillado. Esta situación ha sumido a los vecinos en el polvo y el deterioro urbano, retrocediendo más de dos décadas en avances.
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La obra, que demandó una inversión superior a los 74 millones de soles, fue un intento fallido de mejorar la infraestructura básica del distrito. En lugar de generar progreso, las calles quedaron en peores condiciones, exponiendo a los residentes a una vida diaria rodeada de polvo, caos vehicular y riesgos para su salud.
“El distrito está peor que antes, no se puede caminar sin llenarse de polvo. Cada día es una lucha constante”, expresó indignado un vecino de la zona.
Una de las mayores esperanzas de los florencianos está en la reactivación de la obra “Mejoramiento del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario de los barrios 1, 2, 3, 6, 8, 9 y 12″, la cual permanece paralizada desde el 2020. Este proyecto, clave para mejorar las condiciones de vida de la población, se ha convertido en otro símbolo de la ineficiencia y el abandono que aquejan a Florencia de Mora.
La expectativa
El alcalde del distrito, Wilson Toribio Vereau, indicó el año pasado que su equipo técnico había acudido al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para buscar soluciones y reactivar las obras pendientes. Sin embargo, hasta el momento no se han visto avances concretos que permitan a la población ver una luz al final del túnel. Lo que sí ha ocurrido es la intervención en algunas calles con la implementación de vías de cemento.
Para este año, las expectativas de los pobladores son altas, esperando que finalmente se destrabe la paralización de los proyectos y se concrete una solución definitiva a la problemática de las calles y el sistema de alcantarillado. De lo contrario, la celebración del aniversario número 39 será solo un recordatorio de promesas incumplidas.
“La situación es insostenible. No podemos esperar más. Cada año que pasa, el deterioro es peor, y es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto de manera efectiva”, señaló el vecino Carlos Castro.