Bienes fueron adquiridos por más de S/ 3 millones por el suspendido alcalde Arturo Fernández.  El actual burgomaestre, Mario Reyna consideró un robo la compra y pide al  Ministerio Público investigue con celeridad este caso.
Bienes fueron adquiridos por más de S/ 3 millones por el suspendido alcalde Arturo Fernández. El actual burgomaestre, Mario Reyna consideró un robo la compra y pide al Ministerio Público investigue con celeridad este caso.

Deteriorándose por el sol y las inclemencias del tiempo y sin poder darle alguna utilidad está en el exTerminal Terrestre Santa Cruz, de Chicago, el lote de seis mil barreras plásticas adquiridas por la Municipalidad Provincial de (MPT) en la gestión de Arturo Fernández para contener posibles huaicos, las que nunca se usaron.

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La polémica compra se hizo, según Arturo Fernández, para canalizar las aguas y que las casas no se inunden ante posibles huaicos por el fenómeno Yaku, aunque las barreras eran de solo medio metro de altura. La compra efectuada ascendió a S/ 3.3 millones. Cada barrera tuvo un valor de S/ 550.

El alcalde, Mario Reyna Rodríguez estuvo en el exterminal, verificando la llegada de un lote de 148 contenedores de acero inoxidable que serán instalados en puntos estratégicos de la ciudad y no pudo dejar de exteriorizar su molestia por la situación generada debido a lo que calificó como ‘absurda compra’.

“Esto es una desgracia. Más de tres millones de soles le costó a los trujillanos esta compra de porquería”, dijo indignado después de observar las barreras, preguntando luego ¿cómo van a servir de contención ante un huaico si solo me llegan a las rodillas?

“Esto fue un robo. Es un escupitajo a la dignidad de las personas. Ya se denunció desde la municipalidad, pero el sistema de justicia en el país es muy lento. Si hubiera fiscales y jueces valientes ya hubieran metido presos a tanto sinvergüenza”, señaló.

Según la Contratación Directa N° 04-2023-MPT, la empresa proveedora debió entregar las seis mil barreras plásticas en el almacén del excomplejo Chicago, debidamente empaquetadas y con rótulos indicando información del equipamiento, pero esto no se cumplió. Hoy, están perdiendo el color y deteriorándose.

Estas vallas, denominadas Barreras Canalizadoras de Inundaciones (BCI) están fabricadas con polímero y, supuestamente, tienen protección anti-UV (contra los rayos solares) y una vigencia o eficacia de solo 3 años.

La compra de las barreras a la empresa Perú Ferias e Inversiones SAC, que administra la marca Provees, fue una de las más costosas y veloces de la gestión de Arturo Fernández, que destinó el 50% del presupuesto que para la emergencia por el Yaku le asignó a la MPT el Ejecutivo: 7 millones 800 mil soles.

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