Impidieron labores del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (Segat),  pero gracias al accionar del alcalde Mario Reyna y la Policía se logró reabrir el pase de las compactadoras.
Impidieron labores del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (Segat), pero gracias al accionar del alcalde Mario Reyna y la Policía se logró reabrir el pase de las compactadoras.

Recicladores renuentes a integrarse al proyecto relleno sanitario y a trabajar de manera organizada, tomaron desde el miércoles por la mañana un área clave de la vía de acceso al relleno sanitario, impidiendo el pase de las compactadoras para que descarguen la basura de la ciudad de y residuos domiciliarios hasta hoy por la tarde.

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Ellos exigían que estos vehículos sigan depositando la basura y residuos sólidos domiciliarios en el antiguo botadero y tomaron desde la mañana del último miércoles la vía de acceso al relleno, cerrando el paso a las compactadoras que intentaban descargar en este lugar, impidiendo que continúen sus labores de limpieza pública.

El alcalde de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, estuvo el miércoles por la noche en el lugar, intentando llegar a una solución para facilitar el pase de las compactadoras, lo que no se pudo lograr. Hoy jueves regresó a primera hora con efectivos de la PNP, para dialogar con los protestantes, y consiguió finalmente que se levante la protesta.

“Los hemos escuchado, pero la salud de la población está primero. Son unas 200 personas que quieren entrar a reciclar al relleno sanitario y otros a sacar comida para sus chanchos. Eso no se va a poder, por las normas sanitarias vigentes”, dijo.

Vamos a hacer el esfuerzo para integrarlos en una, dos o tres rutas de reciclaje en la ciudad, para que obtengan recursos. Podemos darles  alguna ayuda, pero no vamos a retroceder. Eso de entrar a sacar o dar de comer animales en el relleno no es negociable para esta municipalidad, precisó.

Tras un diálogo por momentos tenso, la MPT y el Segat accedieron a apoyarlos en el proceso de formalización a través de una o más asociaciones, a otorgarles rutas de reciclaje en la ciudad -en la que ya hay 12 asociaciones operando-, a coordinar con los grandes generadores de desechos para que las nuevas asociaciones ingresen a recolectar y segregar residuos, y a gestionar motos furgón para sus labores.

El gerente del Segat, Wilso Rodríguez, indicó que el relleno sanitario está operando hace dos semanas, que diariamente se recibe un promedio de 750 toneladas de residuos y que se coordina con los distritos que aún no llevan su basura al relleno para su disposición final.

Los protestantes argumentaban que los ingresos que estaban obteniendo diariamente por reciclar en la ciudad, después de cerrar el botadero, no cubrían sus necesidades y el alcalde les respondió que eso irá mejorando poco a poco.

A través de la unidad ejecutora del Ministerio del Ambiente, a cargo del proyecto del relleno sanitario, estuvo socializando el tema del reciclaje desde el año pasado y este año, con el Segat, se reunieron con los dirigentes, pero cuando se intentó comunicar a los  recicladores los acuerdos, la masa no los quiso acatar. Hay personas renuentes, que prefieren seguir quemando la basura y residuos, contaminando el ambiente, el aire que respira Trujillo y el agua subterránea que consume la población.

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