Mañana comenzará la vacunación contra la COVID-19 a menores de 12 años a más en Trujillo y los otros diez distritos que conforman la capital liberteña. Aunque la Región no precisó cuántos adolescentes integran este grupo etario, precisó que cada uno debe acudir con su madre, padre o tutor legal para poder inmunizarse, pues este debe firmar un “consentimiento informado”.
En Trujillo, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) ha habilitado seis puntos de vacunación: los colegios San Juan, Gustavo Ríes, Juan Pablo II y G.U.E. José Faustino Sánchez Carrión, así como la UPAO y el Centro Preuniversitario de la Universidad Nacional de Trujillo (Cepunt). En el caso de los dos últimos, la jornada también empezará a las 9 a.m., pero culminará a las 7 p.m. El resto lo hará hasta las 5 p.m.
En los otros distritos como El Porvenir, Florencia de Mora, Huanchaco, La Esperanza y Víctor Larco Herrera habrá hasta dos locales de inmunización en cada uno. Laredo es el único que contará con tres puntos de vacunación: I.E. 80044 San Martín, exoficinas de la Agroindustrial Laredo y Polideportivo de la ciudad.
También podrán acudir a vacunarse mayores de 18 años, primera y segunda dosis, y mayores de 60, tercera dosis. Respecto a este último grupo etario, deben haber recibido su segunda vacuna seis meses atrás.
Las vacunas que se inyectan pertenecen a los laboratorios Pfizer, Sinopharm y Astrazeneca. Esta jornada se desarrollará también mañana, en los mismos puntos de inoculación.
De acuerdo con el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis),entidad del Ministerio de Salud (Minsa), La Libertad ha alcanzado una cobertura de 54,9% de su población en las dos primeras dosis. La meta es vacunar a 1,662,916 personas y de estas, 913,372 ya recibieron las dos inyecciones.
Sin embargo, ayer dos de los principales centros de vacunación de la región lucieron prácticamente vacíos.
En la G.U.E. José Faustino Sánchez Carrión, Claudia Tagle Villanueva llegó con su hija de 15 años. A diferencia de su progenitora que debió formar largas colas para poder inmunizarse meses atrás, Flavia prácticamente fue la primera en la fila. “Pensé que iba a encontrar a mucha gente y si bien ha sido todo rápido, me da pena que el vacunatorio esté vacío”, manifestó.
Para Tagle, esta situación obedecería al poco interés que tienen algunos padres de familia por vacunar a sus hijos. “Antes de venir me comuniqué con una amiga para contarle que en la G.U.E. ya estaban vacunando a menores de 15 [años], pero me dijo que no era necesario, pues cree que los adolescentes no necesitan la vacuna”, lamentó.
Lo mismo sospecha Alexis Ramos Arboleda, de 15 años Aunque asegura que sus amigos sí han acudido a inmunizarse, contó algunos adolescentes no tienen interés en vacunarse. “Tienen miedo a la vacuna”, afirmó.
En el Cepunto, María Ballena Mauricio, de 49 años, se aplicó recién la primera dosis, pues no tenía DNI. “No me dolió y me siento más tranquila”.
En marzo de este año, María perdió a tres de sus siete hermanos de COVID-19. “Fueron a visitar a mi mamá en Huamachuco y se contagiaron”, recordó