Hay que poner sobre la mesa un asunto sumamente delicado: la situación judicial de Arturo Fernández. Como se conoce, el aún alcalde de Moche tiene una sentencia por difamación, y si se confirma esta en segunda instancia, sería vacado de la alcaldía de Trujillo.
Hay que poner sobre la mesa un asunto sumamente delicado: la situación judicial de Arturo Fernández. Como se conoce, el aún alcalde de Moche tiene una sentencia por difamación, y si se confirma esta en segunda instancia, sería vacado de la alcaldía de Trujillo.

¿Qué podemos esperar de la próxima gestión del electo alcalde de, Arturo Fernández, que inicia en enero próximo? El asunto, para mí, sigue siendo incierto. Fernández es un personaje a ratos circense, a ratos desfachatado y emocionalmente inestable; y esto es quizás lo más predecible en él. Pero el asunto de la gestión es una incógnita.

MIRA AQUÍ: Apepistas serán minoría en el Consejo Regional de La Libertad

Por estos días está en proceso la transferencia de la gestión municipal de Trujillo, y la comisión a cargo, por parte del electo Arturo Fernández, está integrada por el electo primer regidor Mario Reyna y otros profesionales más con pasado apepista. De Reyna ya se ha dicho lo mucho que está relacionado con el partido de César Acuña y, sobre todo, con Luis Valdez, su socio y amigo. Pero la ligazón parece que va más allá y se extiende a otros nombres.

Y aquí otra vez hay que poner sobre la mesa un asunto sumamente delicado: la situación judicial de Arturo Fernández. Como se conoce, el aún alcalde de Moche tiene una sentencia por difamación, y si se confirma esta en segunda instancia, sería vacado. ¿Acaso tendremos un alcalde de corta duración y terminaremos siendo gobernados por el socio de Valdez?

De todos modos, Fernández aún deja dudas sobre el accionar que tendrá una vez que sea ungido como alcalde. Desde Moche llegan informaciones sobre el estado en que deja la gestión edil en ese distrito, y no todas son buenas noticias. Pese a lo que muchos piensan, y pese a lo que dice él mismo, su gestión no ha resuelto algunos de los mayores problemas, como son la inseguridad y la falta de servicios básicos. Aquí ha habido, más que nada, maquillaje. Por supuesto, la defensa favorita de Fernández es siempre el ataque a la persona que lo critica.

Y sabemos que tiene sus hinchas, incluso entre algunos periodistas. Por eso hace poco mostró en sus redes una captura de pantalla de un chat grupal de periodistas trujillanos. Fernández usó esa captura de pantalla para atacar a un periodista. Es obvio que un hombre o mujer de prensa tiene bien informado al próximo alcalde de Trujillo.

Fernández tiene un estilo de hacer política populista y a la vez peligroso. Le gusta usar lo subrepticio para atacar. Encierra además muchas sombras. Habrá que estar muy, muy atentos.