Hurto agravado de energía eléctrica, atentar contra la integridad de las personas y entorpecimiento del funcionamiento del servicio público de electricidad son los delitos en los que incurren las personas que tienen conexiones eléctricas clandestinas.
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La empresa Hidrandina realizó una serie de operativos inopinados en lo que va del año 2021, con el apoyo de la Policía Nacional del Perú, en los diferentes distritos de Trujillo, donde se pudo ubicar distintos puntos clandestinos de electricidad ocasionando grandes pérdidas y perjudicando a cientos de familias.
En las últimas semanas, la empresa identificó que 130 familias en el Barrio 3B, del centro poblado Alto Trujillo se beneficiaban ilícitamente con el servicio eléctrico. Las conexiones clandestinas subterráneas cruzaban las calles poniendo en peligro a los transeúntes. Por lo cual, se ejecutó el corte y retiro de todas las conexiones en la zona.
Lo mismo ocurrió en las urbanizaciones La Ingeniería, Santo Dominguito (Exmercado Santo Dominguito, 600 puestos), Upao II del distrito de Trujillo y La Hermelinda (Mercado El Progreso, 400 puestos) en Florencia de Mora, donde 70 familias tenían conexiones clandestinas aéreas en distintos puntos de la red de Baja Tensión (BT).
Estas mismas conexiones áreas fueron detectadas en el asentamiento humano Túpac Amaru, en la avenida Sánchez Carrión del distrito El Porvenir. Cerca de 500 familias tenían cables TW y autoportantes, que abastecían de energía a las invasiones de la zona.
Mientras tanto 290 familias se beneficiaban ilegalmente de conexiones clandestinas en el sector Semirustica Mampuesto (Trujillo) y en el distrito de Moche. En tanto, 300 familias fueron descubiertas por la empresa realizando este acto delictivo en los asentamientos humanos La Merced, Nuevo Jerusalén y Armando Villanueva del Campo en los distritos de La Esperanza y El Porvenir.