Verónica Torres Bravo tentó la Alcaldía de Trujillo por segunda vez en las elecciones municipales del año pasado. Ahora, sin agrupación política, ha marcado clara oposición a la gestión del alcalde Arturo Fernández Bazán, contra quien, incluso, pidió garantías ante la Prefectura Regional de La Libertad. En entrevista con Diario Correo, habló del suspendido burgomaestre y de su futuro político, incierto hasta el 2026.
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¿Qué balance hace de los once meses de gestión de Arturo Fernández Bazán? Con mucha pena y vergüenza, tengo que decir que creo que estamos en una de las peores gestiones que tiene nuestra provincia a lo largo de su existencia. Nunca hemos visto un Trujillo tan desordenado, tan inseguro, tan maltratado directamente por su máxima autoridad.
¿Considera que es una lección para el electorado trujillano? Bueno, debo decir que en Trujillo estamos en lección tras lección. Recordemos que en el gobierno pasado también tuvimos un alcalde prófugo, donde vino la última semana y tomó la posición de alcalde. Entonces, esta vez con muchas expectativas de algunas personas, no quiero decir que de la mayoría de trujillanos, se han vuelto a equivocar porque no se dieron cuenta de que ya en su campaña, por su manera de ser, nos iba a traer al peor lastre de Trujillo. Recordemos que su campaña fue show, fue insultos y menos lo que debía tener una campaña política. Este señor siempre se corrió y no quiso presentar ni debatir su plan de gobierno, eso ya auguraba el gran desastre de su gestión.
Según la gestión de Fernández y los seguidores que todavía tiene, hay influencia europea en las últimas decisiones de colocar un tiburón y pintar infraestructura pública. ¿Qué opina? No tiene ni pies ni cabeza. Para empezar, si él quiere ponerse a la altura de un político europeo, lo que me parece un insulto, debería tener cordura, educación, respeto a los demás y un plan de trabajo que tenga un horizonte a corto, mediano y largo plazo. Él no tiene ninguna de esas cosas. En el Perú estamos a años luz de tener una ciudad europea. Él, dentro de sus visiones que tiene cuando fuma sus cigarros y hace todos sus rituales, tiene una visión de ciudad que solo existe en su pensamiento. Lo digo porque ha sido enviado a terapia más de una vez, lo que le puede estar pasando factura.
¿Qué opina sobre el papel de los regidores de la municipalidad de Trujillo? Pienso que deberían ser más contundentes y fiscalizar todas aquellas cosas que este señor sentenciado está haciendo porque nos avergüenza a todos los trujillanos. Creo que después de la sesión por unanimidad en la que suspendieron a este señor, vimos un trabajo en equipo, pero le falta más contundencia. Los trujillanos ahora nos sentimos desprotegidos porque este señor ha hecho de Trujillo su chacra y los regidores deberían defender a los trujillanos. El Jurado Nacional de Elecciones de una vez debe quitarle las credenciales.
¿Sigue usted vinculada al movimiento regional Fortaleza Perú? No. Me desvinculé de Fortaleza Perú el año pasado, agradeciendo la oportunidad que me dieron en su momento. Fue totalmente coyuntural y no podía ser ajena a las circunstancias electorales en la que mi provincia estuvo a punto de caer en las peores manos, y finalmente así fue. Desde ahora, del lado del activismo social, seguimos siendo esa voz fiscalizadora.
El líder de Fortaleza Perú, Juan Gabriel Alipio, era muy cuestionado por la Justicia y fue involucrado en presuntos actos de corrupción. ¿Considera que eso finalmente le pasó factura? Pienso que no. Fue un proceso que lo seguía él. En realidad nunca estuve informada de cómo iba, pero creo que fue el ataque fácil, aunque no tuvo mayor repercusión ni relevancia porque lo mencionaron una o dos veces. Tampoco escuché más y, además, era yo la candidata.
¿Tiene una opinión positiva respecto al líder de este movimiento regional? Estoy muy agradecida con Alipio. En mi experiencia te puedo decir que he visto a una buena persona.
¿Se proyecta a postular en el 2026? En realidad, no me proyecto a nada porque ahora estoy muy concentrada en mi trabajo, en generar espacios de oportunidad para jóvenes de mi región y de otras. Estoy ahí. ¿Qué pasará después? No lo sé.