Con total ensañamiento unos delincuentes asesinaron cruelmente a dos agricultores, tras participar de una reunión familiar.
Este horrendo suceso se registró ayer al promediar las 3 de la mañana, cuando Ricardo Piscoya Santamaría, de 64 años de edad, y su yerno José Rogelio Bances Vidaurre (34), participaron de una fiesta de bautizo en el caserío Santa Isabel del anexo San Isidro, perteneciente al distrito de Mórrope.
Según las primeras investigaciones de la Policía Nacional, ambos salieron de la reunión familiar, para dirigirse caminando hacia sus domicilios; sin embargo, en la trocha carrozable del caserío Caracucho de la mencionada localidad (cerca de sus domicilios), fueron interceptados por sus verdugos.
Todo indica que las víctimas pusieron tenaz resistencia enfrentándose a los maleantes, quienes los golpearon con puños y patadas, así mismo los atacaron a pedradas en la cabeza.
Pero no contentos con ello, los facinerosos rompieron botellas de vidrio y con el pico les causaron múltiples cortes profundos en el cuerpo, así como el rostro hasta dejarlos totalmente desfigurados. Las lesiones fueron mortales.
Bances Vidaurre perdió la vida en el acto, mientras que, su suegro quedó gravemente herido.
Fue cerca de las 6 de la mañana que un morador al salir a realizar sus labores diarias en la zona, se percató que dos hombres que no podía identificar por estar completamente irreconocibles, estaban tendidos sobre el suelo.
De forma inmediata, comunicó a sus vecinos, así como a los agentes de la comisaría de Cruz del Médano, quienes al acercarse al lugar verificaron que, Piscoya Santamaría tenía signos vitales.
Rápidamente lo condujeron a bordo de una camioneta hasta el hospital Belén de Lambayeque, donde desafortunadamente el médico de turno, Jorge Chirinos Ríos, diagnosticó que llegó fallecido.
Los efectivos PNP solicitaron apoyo de sus pares del área de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri), así como informaron a la fiscal penal de turno de Lambayeque, Carmen Romero Bracamonte.
Los detectives al llegar al lugar constataron que alrededor de uno de los cuerpos sin vida, había piedras manchadas de sangre, al igual que, varios vidrios de botellas de cervezas rotos también con manchas de sangre y otros objetos contundentes.
Horas más tarde se realizó el levantamiento de los cadáveres, e internamiento en la morgue, para la necropsia correspondiente.
Los investigadores tratan de indagar cuál sería el verdadero móvil del crimen, esto debido a que los finados no tenían cosas de valor ni dinero para que les roben.
Todo indica que al retirarse de la fiesta acudieron a otro lugar, pero aún no se sabe dónde exactamente.
Los familiares exigen justicia y que el caso no quede impune. Se supo que Bances Vidaurre deja esposa y cuatro pequeños hijos en la orfandad.
LEE AQUÍ: Sicarios asesinan a “Negro Zambrano” frente a su hija