El Noveno Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo inició la etapa de control de acusación contra el empresario azucarero Ernesto Flores Vílchez, investigado por los presuntos delitos de defraudación tributaria y lavado de activos. La primera exposición estuvo a cargo de la fiscal provincial Ana Zegarra Azula.
La magistrada se ratificó en sus imputaciones, pues enfatizó que existe abundante documentación, informes contables y registros de transacciones bancarias para demostrar la conducta ilícita del acusado. En su acusación, el Ministerio Público solicita una pena de 19 años y 4 meses de cárcel contra Ernesto Flores.
Sobre la defraudación tributaria, la representante del Ministerio Público señaló que Flores habría recurrido al engaño y otros artificios para ocultar rentas y dejar de pagar el tributo por los años 2013 y 2014. En dicho periodo, generó un ingreso total por S/ 3 millones 499 mil 283, pero este dinero no fue declarado ante la Sunat, según la Fiscalía.
Zegarra precisó que el empresario fue fiscalizado como persona natural y que mediante ese proceso reconoció no haber realizado la justificación de los ingresos observados.
Aunque Flores presentó documentación, esta ha sido parcial y por ello el ente recaudador concluyó que hay indicios de incremento patrimonial no justificado. “No ha sustentado el origen ni la fuente productora de estos ingresos”, enfatizó Zegarra.
En cuanto al lavado de activos, la fiscal explicó que las rentas no justificadas fueron utilizadas para pagos de cuotas por deudas, depósitos en bancos, envíos de dinero a paraísos fiscales en Panamá y Bahamas y en la adquisición de inmuebles, que luego fueron registrados a nombre de terceros.
Asimismo, según expuso la magistrada, parte del dinero fue ingresado a empresas de otros propietarios, pero donde Flores figuraba como socio, habiendo colocado capital como persona natural. Es en estas acciones que la Fiscalía pudo establecer indicios claros para construir su acusación.