Frente a la afectación de los establecimientos de salud de Lambayeque por las lluvias, la Defensoría del Pueblo recomendó al gobernador regional, Jorge Pérez Flores que “realice y disponga las gestiones necesarias y urgentes para atender la problemática y así garantizar la continuidad y operatividad de los servicios de salud”.
Asimismo, requirió que informe sobre las acciones adoptadas y su resultado en el plazo de cinco días calendario.
La Defensoría detalló que la región Lambayeque tiene 185 establecimientos de salud, de los cuales 100 de ellos resultaron afectados por la por filtración de agua, el colapso de redes de alcantarillado, deficiencias en el servicio de energía eléctricas, entre otros.
Asimismo, 39 presentan daños en su infraestructura. A su vez, hay 24 afectados y aislados, ubicados en los distritos de Cañaris e Incahuasi. Además, cinco locales están inoperativos y son albergados en diferentes inmuebles. Estos son: La Raya-Túcume, Las Maravillas-Mochumí, el Centro de salud mental comunitario el Tumi de Oro-Íllimo, Túcume y San Antonio de Chiclayo.
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También precisó que los establecimientos de salud de Colaya (distrito Salas) y Chiñama (distrito Cañaris) aún no reciben medicamentos, debido a que no hay acceso vía terrestre por el desborde de ríos y lluvias.
En este sentido, urge que el gobernador disponga la operatividad mediante refacciones estructurales o mejoras de construcción en la infraestructura de los recintos que están afectados e inoperativos, mediante fichas IOAR u otros mecanismos.
A su vez, establezca una estrategia de abastecimiento de medicamentos, vía aérea, a los establecimientos de salud que están aislados.