Los centros de salud del primer nivel de atención Pasabar Aserradero (Olmos) y Pampa Grande (Chongoyape) no reúnen las condiciones básicas para un óptimo funcionamiento.
Ambos muestran una preocupante precariedad, de acuerdo a los resultados de una visita de control.
Pasabar Aserradero. Este puesto de salud no cuenta con resolución de categorización vigente, situación que afecta la calidad de las prestaciones a los pacientes, según el informe de la Gerencia Regional de Control.
Entre los hallazgos resalta que el área destinada a la atención de urgencias y emergencias carece del 100% de equipos señalados en la norma técnica vigente, como lo son: coche de paro equipado, desfibrilador externo automático, electrocardiógrafo, equipo de oxigenoterapia rodable, maletín de reanimación – adulto pediátrico, entre otros.
El ambiente de vacunación no cuenta con punto de agua y lavadero quirúrgico. Llegar hasta ahí demanda tiempo, porque no hay una adecuada señalización.
Además, el ambiente de cadena de frío no cuenta con alarma dual de temperatura y corriente; y grupo electrógeno, lo cual hace peligrar la conservación y almacenamiento de los lotes de medicinas para inmunizaciones.
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Pampa grande. El segundo informe de control explica que en este establecimiento no funcionan ambientes complementarios (Caja, Admisión y Servicios Higiénicos).
Tampoco está en óptima condición el área de Triaje, lo que impide el proceso de clasificación de la gravedad de los pacientes.
La falta de equipamiento básico fue constatada en los consultorios de Medicina General, Obstetricia, Odontología General, así como en Higiene de Manos de Consulta Externa.
Y hay más, pues se verificó que las áreas de Emergencia y Patología tampoco cuentan con equipos, según la norma técnica. El centro de salud Pampa Grande no dispone de un ambiente exclusivo para vacunación, y la ambulancia asignada no ha sido implementada de acuerdo a lo que establecen las directivas.
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